Luis Eduardo Aute a la Intemperie

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Hubo un tiempo, no tan distante y sin embargo lejano en términos absolutos, donde mi cargador de doce CDs, estaba compuesto por tres o cuatro discos de Aute, dos o tres de Silvio, otro con el justo contrapunto de Los Suaves, uno o dos de Sabina y su primo hermano el Dylan, dejando los huecos restantes para ir rotando otras apetencias musicales para no saturarme.

Pero luego llegaron tiempos oscuros, tenebrosos, miserables y tremandamente decadentes para la cultura en general y en particular para la música. Un gran mal se fijó en los intestinos de la música cual cáncer maligno, se llamó -grabador de cedés-. El CD dió paso al DVD y el DVD a... ¿el perfecto espantapájaros?, en este proceso un hongo maligno llamado MP3 proliferó por doquier. Éste fornicó con otra gran puta donde las haya; Internet, engendrando algo diabólico; el iPop. Y ahí comenzó el infierno, la debacle...
Intemperie de Luis Eduardo Aute(*) Esta foto no es de la portada del disco recomendado.

Entonces, me vi obligado, muy a mi pesar, a escuchar muchos mas grupos, solistas, así como estilos musicales, de los que posiblemente hayan escuchado en su vida, dos o tres generaciones, de otros adictos a la música en las últimas cinco décadas del siglo pasado. Y así fue, como descubrí, qué al igual que un iceberg, en el que solo asoma una pequeña parte sobre la superficie, ahí abajo, en el underground, estaba un mar de talento oculto y evidentemente repudiado y de facto marginado por la industria musical... es qué, ya se sabe, una de las leyes básicas del marketing es: "mucha variedad significa menos ratio de garantía de venta/rentabilidad". Cuando mas segmentado, mas variado y multicolor sea la oferta, menos garantías de éxito, menos volumen de ventas individual, menor pelotazo, etc... (salvo qué des una calidad fuera de toda duda, ergo, si quieres vender mierda, qué no haya otra cosa a comer). En cambio si solo puedes elegir Bisbal o Aute... la apuesta es mucho mas segura.

Eso es lo que realmente le preocupa a la industria, su pérdida de segmentación del mercado, de adoctrinamiento y de marcar los tiempos de qué, cuando, y cómo debes consumir su producto (no el de los artistas), además claro está, la obsolescencia de su modelo productivo basado en promocionar, empaquetar y distribuir un producto que ya ha dejado de ser susceptible de empaquetado.

Ambas cosas han provocado un contexto donde ellos ya no deciden. Lo hace el cliente
y eso les ha hecho a la postre perder el control del mercado... un poco lo mismo le está pasando a La Prensa y los demás medios de comunicación. Están empeñados en pararlo. Como sea, y a cualquier precio. ¿Lo lograrán?, bueno... la respuesta la tiene esa juventud que ha visto la luz (o ha nacido ya en ella) y que ya no quiere volver a las tinieblas, la clave está en ellos, en si sabrán mantener el pulso.

Bien, dejando mi vena irónica, hoy recomendaré el último trabajo de Luis Eduardo Aute, llamado Intemperie. Sí, del mismo que dijo, hace casi dos años, que hoy la música estaría muerta. Aunque en su subconsciente debería estar pensando, en que, si en dos años no se ponía a trabajar se moriría de hambre... qué parece lo mismo, pero no lo es. Alumbrado su nuevo disco... me da que fue eso.

Es lo que tienen las palabras que el tiempo siempre acaba dándoles su significado real, pero a Aute hace tiempo que su obra le traiciona... ese era quizás el motivo de tenerlo apartado de mi iPod;
su obra lleva ya una década desconectado de la realidad.

Y mira que es difícil la cosa en estos tiempos que corren sin ayuda psicotrópica, a no ser que tengas pasta claro, pero bueno... un cantautor no puede estar ausente y ajeno "a su tiempo" y dedicarse por los siglos de los siglos a cantarle a los aros de los Wonderbra de las señoras. No señor... ¿dónde coño quedó Al Alba, A por el Mar y toda aquella lucha?... en la costura de las bragas de alguna musa quizás... y mira que ahora tiene un contexto idóneo para montar una nueva barricada y LUCHAR, coño, luchar y no... resignarse y plegarse... pero qué digo, seré iluso, si la lucha solo está reservada para los jóvenes, los que aún no se cuidan de llevar balazos en la batalla, los que aún se creen inmortales... los demás (entre los que me incluyo) solo nos queda acurrucamos en las barricadas a la espera de ser tomados por el enemigo, y con suerte, sobrevivir.

En fin, qué hace unos cuantos años que para mi la obra de Aute perdió crédito, vamos, qué los Sabinas no abundan (con justicia él nunca abandonó mis cachibaches musicales). Pero eso es lo que pienso yo y, otra cosa muy distinta la realidad. La realidad es que este señor es un genio... un jodido pata negra, y quien soy yo para cuestionar su obra, sus necesidades/debilidades mundanas o querencias. Nadie. Así que, pese al rapapolvo, comprar su disco es dar testimonio de esta realidad... qué se lo merece, esta es una de las raras veces en las que el valor equivale al precio... y lo mas importante, que sale mas a cuenta evadirse escuchando a Aute qué no con esos ladridos y ruido de fondo que se escucha por doquier. Esa es la realidad.

Al final va a ser que tiene, perdón, tenía razón Aute, a veces quiero creer que no solo queda la música, pero quizás con Aute ya sea mas que suficiente.

Inzitan blog

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