Paneles led para cocinas, baños y similares

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Los que sigan el blog sabrán de mi obsesión con el ahorro eléctrico, y en especial, con la aplicación de la iluminación led, ya omnipresente hoy día y no solo en el hogar. Pues bien, después de cambiar toda la iluminación a led solo me quedaba una instancia, la cocina. 

Por qué... pues allí tenía fluorescentes, y por más que la industria te meta por los OjOs la tecnología led, el ahorro en comparación a los fluorescentes a misma temperatura de luz es nula o en ocasiones mayor con led. Te dirán que la durabilidad del led es muy superior. Mentira. Hoy por hoy (2017) ningún led cumple las horas que publicita. Y cuando digo ninguno, es ninguno. Como mucho te duran un poco más que la halógena, pero poco más.  Dirás tú, ostras, y la garantía. Claro que tienen garantía, pero como muy poca gente la reclama, les sale a cuento vender humo... y más si están amparados por una industria deseosa de venderte la moto del doble ahorro (consumo+durabilidad). 

Dicho esto, que nadie se confunda, la tecnología led es el presente y el futuro, y si bien aún le queda mucho por mejorar, lo cierto es que, por fin, ya es una tecnología operativa y funcional. No obstante, uno de los problemas que más acusa es, cuando precisas de una temperatura superior a luz cálida, es decir, cuando vas a luz blanca o fría, que suele ser la ideal para cocinas, baños y demás instancias donde predominen los colores blancos (a no ser que te guste ver los muebles y superficies amarillentas), ahí es donde el led acusa sus carencias en comparación con otras opciones.

Pero, aún así, el led ofrece muchas ventajas respeto a la luz fluorescente; a igual cantidad de luz (lúmenes) y temperatura (tonalidad), la calidad de la luz es superior. En qué, pues en que los fluorescentes dada su tecnología ofrecen una luz no lineal, es decir, según se van calentando o enfriando la intensidad es distinta y encima, y esto es lo peor, la iluminación es «vibrante». Eso en led no se produce, la iluminación es instantánea y lineal desde el encendido al apagado, y no se percibe esa vibración tan característica de la luz fluorescente.

Además, y esto no es baladí, a igual cantidad de lúmenes, en la actualidad, da mucha más luz el led, es decir, por más que pongan que te ofrece, por ejemplo 2500 lúmenes, compara, si pones el led (se entiende uno bueno) al lado un fluorescente que, supuestamente, dé esa cantidad de luz, verás que sale perdiendo siempre (y por goleada), dirás... oñe, si es una unidad de medida, se supone que será equiparable entre ambas tecnologías... pero, por lo que que sea, no lo es para nada, el led da más, eso si, para obtener una luz blanca decente, tienes que irte casi a un consumo equivalente. 

Así que busqué soluciones, y la que más me convención son los paneles led de alto rendimiento. Son unos paneles superfinos, estéticamente muy adecuados para cocinas, baños y demás locales donde la luz blanca sea adecuada. Dan una iluminación muy homogénea, sin conos y que si bien no ahorran prácticamente nada en consumo, ganas en calidad y cantidad de luz (muchísima más, así que, OjO al equiparar lúmenes entre ambas tecnologías), por no hablar del apartado estético, ya que los fluorescentes, todos y sin excepción, son un auténtico espanto.

Una buena opción son estos que venden en Amazon. En mi caso monté un panel de 60x120cm, de 72w, que sustituyó una instalación previa de dos tubos fluorescentes de la misma potencia.  El resultado, estéticamente, no admite comparación, pasas de tener un artefacto colgado en el techo, a un panel, tan minimalista como elegante. Mi caso particular es algo significativo, ya que la sustitución en teoría era equivalente al 100%, es decir, mismo consumo, misma temperatura de luz y misma cantidad de lúmenes. Pues no, el panel da muchísima más luz, con una temperatura más blanca (y lineal) y eso si, con el mismo consumo, pero sin los típicos zumbidos de relés, humos, luz vibrante, etc, propios de los fluorescentes.


Este tipo de paneles admiten tres tipos de instalación; empotrado, flotante o colgante. En mi caso lo puse flotante, es decir, pegado al techo, pero no embutido en él. La operación de sustitución se limita a desmontar la pantalla de fluorescentes dejando solo el cable, empalmar a él un driver y luego enchufar el driver a la pantalla led, finalmente, anclarla al techo con unos tornillos de sujeción. Existen dos modos de colgar la pantalla; una con una especie de alcayatas y otra introduciendo el panel dentro de un marco que sirve de guarnición que a su vez se ancla al techo.

El resultado; nada de lag de encendido, de zumbidos, ni de luz vibrante y lo más importante, una pantalla estéticamente muy moderna y no un engendro colgado del techo.

"Inconvenientes" ; pues que no se la durabilidad real del panel, ya que si se funde, tienes que cambiar la placa completa, y evidentemente te saldrá mucho más caro que sustituir unos fluorescentes. No obstante, dicen que dada la tecnología que usan, no se funden de golpe, sino que irás viendo que ciertas zonas del panel no emiten luz (ya que por lo visto en realidad llevan unos led por los bordes que van conectados a fibras ópticas que reparten homogéneamente la luz por todo el panel)... pero bueno, si duran la mitad de las horas que "certifican", ya me doy por satisfecho y sino, pues vas al vendedor y le reclamas otro, qué para eso están las garantías, ¿no?.