Un tributo a Bob Dylan

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Hay artistas que están tocados por la mano, diría de Dios si creyera en él, pero si son de otra galaxia ( que no el Messi, por mucho que corra y dé de bien a la bola ). Bob Dylan entra en ese grupo (dioses aún vivos) en el que están por ejemplo; Sabina, Josi (de Los Suaves) o Jonsí (de Sigur Ros).

"Gente" capaz de en un trayecto de metro crear una letra, una composición que ni otros en diez reencarnaciones lograrían por mas que insistieran. Sin duda éstos, así como otros ya muertos son los Vivaldi, Puccini, Mozart, etc... contemporáneos, que no abundan como es lógico, pero "haberlos hailos". Para mi, es todo un privilegio y me siento profundamente afortunado por disfrutarlos en su tiempo, aún en vida.

Es evidente que a estas alturas pretender contar algo nuevo de Bob Dylan es absurdo y no querría quedar como un pretencioso/pedante con este tema, así que tan solo me limitaré a recomendar el que para mí es su mejor álbum, me refiero a Bood on the Tracks, publicado en ese año, en el qué felizmente se le dio por morir a ese pequeño hijo puta innombrable. Corría el 1975.

¿ Qué tiene de especial este álbum ?. Pues, lo que cuento siempre, cualquier artista no es mas que un contenedor que vierte su fuero interno en su obra, de ahí mi cachondeo cuando me río con cierta sorna de supuestos "genios" veintiañeros sin recorrido vital alguno que lo hacen bien y tal y tal... pero, para que engañarse a esas edades poco se tiene que ofrecer.

Si bien Dylan cuando publico este álbum ya iba camino de los 35 años, este tipo de verdaderos genios nacen ya llenos, asimilan todo mucho antes, se enteran desde un primer momento de lo que ocurre a su alrededor, en definitiva, mientras otros se pasan media vida en tinieblas, éstos ya han visto la luz desde niños. Tienen ese don, de ver, entender e interpretar las cosas cual son.

Que me pierdo... decía que el álbum lo considero como uno de los mejores por un motivo circunstancial en su vida, pero determinante a la hora de parir esta maravilla, en concreto me refiero, a la por aquel tiempo reciente separación de su esposa Sara Dylan.

Sara fue su primera esposa con la que compartió "viaje(s)" de 1965 hasta 1977, es decir en la edad de oro de la música. Fruto de esta relación tuvieron cuatro hijos (ella ya tenía uno de su anterior matrimonio). Era la época de las flores, del haz el amor y no la guerra y de oca a oca, pásame el porro que te follo porque me toca. Uno de ellos, Jakob Dylan, es también músico (no es malo, pero por lo visto los Dioses rara vez trasmiten su código genético, una pena).

Evidentemente Dylan estaba enamorado hasta las trancas de este "pivón" (ex modelo, conejita del Playboy, para ella ya era su segundo matrimonio) y, encima, por lo visto con mas masa cefálica que ubres. En fin, que se llevó un bajón del copón, y de ahí surgió el álbum, no todo, pero no hay mas que escucharlo para vislumbrar esa voz desgarrada, verdadera, sincera, del que canta desde las entrañas, desde la verdad de sus (re)sentimientos, etc...

Es algo así, para que me entiendan esos que no tienen cultura musical, como cuando el Julio Iglesias se separó de la Preysler y le cantó "Me Canse de Vivir", pues eso, pero de un genio. Luego iría sacando un clavo con otro y hasta hoy, pero me da que Sara es imborrable en su vida. Por cierto, hace la pera de meses recomendé "I'm Not There", en ella hay un pasaje que se recrea esta relación de Dylan y Sara.