La historia del iPhone inmortal

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Hoy os contaré una historia, resulta que como buen padre, en vez de revender mi iPhone cuando lo renové, con el iPhone 6, decidí entregárselo a un hijo, hasta aquí bien, nada anormal, lo curioso del tema, es que, esta "historia" explica uno de los motivos del supuesto deriva de Apple. 

 

¿Y cual es?; qué la calidad vende, pero, como casi todo en esta vida, existe un punto de equilibrio, es decir, si la calidad es excepcional, te encontrarás que el precio de reventa (usado o descatalogado) irá en la misma línea, esto ocasionará que inevitablemente la vida real de esos productos se alargue muchísimo, ya que, o bien no puedes permitirte comprar un nuevo modelo tan a menudo, e incluso, como ya está ocurriendo, ni siquiera puedas acceder a uno de segunda mano o ya descatalogado, dándose el "absurdo", de que, un iPhone de segunda mano descatalogado hace ya años siga valiendo más que muchos móviles nuevos recién salidos al mercado. Qué haces, pues los reparas una y otra vez, ya que, un iPhone funciona igual de bien desde el minuto uno hasta el fin de sus días, y más si le vas cambiando la batería cada cierto tiempo.

En fin, a qué viene este preámbulo, a qué, va, como los hijos, para mal o para bien, imitan a sus padres, y como soy de los que no usan fundas, ni protectores de pantalla, ni nada por estilo, va y anda igual por la vida, y si, ya va por la tercera pantalla.

Tanto es así, que lo llevo a la tienda (no oficial), y aquí empieza la enseñanza/moraleja de la historia, y el técnico me dice mirando primera al susodicho y luego a mi, con una sonrisa y agitando cómicamente la cabeza -...pero alma de dios, ya llevas gastado una pasta en pantallas, y ahora me vienes que te la cambie de nuevo y de paso le ponga una batería nueva, pero no ves que eso te supondrá ciento y pico euros, y por eso te compras ese Xiaomi nuevecito que tienes en el escaparate...

Yo, cabrón que soy, le sigo el juego y miro a mi descendencia a los ojos, cómo recriminándole el tema, y va, y sin darme un respiro, coge el móvil de su madre (que nos acompañaba), y se lo tiende al técnico -Este Samsung te lo compramos hace año y medio. Dile mamá, ¿cómo te va? -cómo el culo, hij@, como el culo-,  en cambio esta "mierda de iPhone" que da pena solo de verlo, va de lujo, y casi tiene cinco años.

El técnico no pudo más que sonreír -la verdad, es que gano más cambiándote pantallas cada seis meses que vendiéndote ese del escaparate...

Y ahí está el tema, que tienes un percance y ya ni valoras comprar otra cosa, y lo peor, que cómo mucho intentas hacerte con uno de segunda mano, reacondicionado o descatalogado, pero como te costará mucho más que el último recién salido al mercado de cualquier otra marca de gama media, lo reparas una y otra vez, ya que, a diferencia de los productos mal concebidos, seguirá funcionando perfectamente, y al fin de cuentas, comprando otro iPhone descatalogado o de segunda mano, estarás en las mismas condiciones, solo que gastando más.

En estas está Apple; viendo como hay muchísima más demanda en el mercado de segunda mano, que en los modelos de última hornada. Solución, vender servicios. Servicios que te cobrarán tanto en un modelo recién salido, como en uno de hace cinco años. No me extrañaría nada que en unos años, iOS (junto con todos sus servicios) se pueda instalar en un Android, sino, tiempo al tiempo.

Quizás esto mate al iPhone, pero en apenas un suspiro tendría en régimen de monopolio el mercado de servicios asociados al móvil... y desde el móvil, qué recordemos es la piedra angular del mundo digital, todo el ecosistema que lo rodea, léase; televisión, música, almacenamiento en la nube, el internet de las cosas, pagos y cobros, juegos, domótica, etc. Y encima, los fabricantes contentos, ya que al fin de cuentas, jamás han tomado en serio el software que montan en sus productos, y mucho menos rentabilizar esa parcela del negocio.  Pero quizás me equivoque, y simplemente estemos viviendo una fase de ajuste, donde unos intentan vender lo más caro que puedan un buen producto con poca rotación, y otros, venderte lo de siempre... la moto.