Sabes que algo está bien diseñado, cuando te preguntas como no se le ocurrió antes a ningún otro «iluminado» hacerlo así, o peor aún, cómo diablos, a los demás, se les da por reproducir, incansablemente, los mismos diseños. Y si, lo bueno tiene un importe elevado, debe tenerlo, pero para nada resulta caro, lo caro es comprar lo mediocre cada cierto tiempo. Eso si que es caro, además de frustrante.
Bien hoy hablaré de un secador de pelo revolucionario, de la que ya algunos empiezan a bautizar como la Apple de los electrodomésticos, me refiero a la empresa del ReinoUnido (de momento), Dyson, en concreto su; Dyson Supersonic.
Para evitar disgustos, ya adelanto, vale 399 euros. Y cuando digo vale, y no cuesta, es que vale cada céntimo de esos cuatrocientos euracos. Si ya se, con ese dinero te compras diez secadores de pelo, y todo ese razonamiento matemático e incontestable que suele utilizarse para justificar los productos mediocres.
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Qué hace de este secador único, pues al igual que las aspiradoras de la marca, que doy fe, son fantásticas, es único; en diseño, funcionamiento y rendimiento.
El Supersonic, logra con un tamaño y peso ridículo e incluso un consumo eléctrico, en comparación, muy contenido, un caudal de aire inigualable. Si esto le unimos la magia de los elementos magnéticos (los distintos difusores), su regulación electrónica y, quizás lo más determinante, el control automático de temperatura, da como resultado un secador que, a diferencia de otros «no asesina melenas», y por ende, y esto es lo que más me gusta a mi particularmente, no acabe causando esa especie de época otoñal que siembra toda superficie blanca de tu casa con pelos y más pelos.
Así que... iba a decir heavysaurios, pero ya ni quedan, en fin, melenudos, chicas Pantene, y demás hipters de la vida, éste no es un sercador, es «El Secador». Caro si, pero una melena bien lo vale, y si toda ella está anclada en su cuero cabelludo, más.
Hace siglos, en Delf, ¿recuerdas?,
tú vertías la jarra de leche, en casa de Johannes
Vermeer, el pintor, el marido de Catharina Bolnes,
hija de la señora María Thins, aquella estirada,
que tenía un hijo medio loco. Pues ese, ese era yo...
La mejor opción es acudir a una tienda (El Corte Inglés) y salir de dudas, la verdad que el precio da para pensarlo y más si al final no recibes lo que esperas. Lo bueno de este secador es el regulador automático de calor, en cuanto a potencia, cualquier buen secador da la misma o más.
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Me gustaría probarlo
ResponderEliminarLa mejor opción es acudir a una tienda (El Corte Inglés) y salir de dudas, la verdad que el precio da para pensarlo y más si al final no recibes lo que esperas. Lo bueno de este secador es el regulador automático de calor, en cuanto a potencia, cualquier buen secador da la misma o más.
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