Consciencia

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A menudo, me imagino a un ser exterior, no un chaval de color con un chándal del Barça saltando alambradas. No. Hablo de un extraterrestre de visita. Es decir, un ser; verde, con cabeza enorme, OjOs saltones, polla fluorescente, sin ombligo...

 ¿Qué primera impresión se llevaría de nosotros?. No cómo especie. De ser así, supongo que sería, como fumigar sin arrasar la vida inteligente. Sino en el cuerpo a cuerpo. Qué pensaría, si se encontrase con un solo individuo en el monte. Me imagino la conversación tal que así;

- ¡Ayyyy Dios!!!!, la Puta Virgen Santa y los calzoncillos de San Pedro!!!!, ¿peeeero qué coño???
- Si. Soy lo que vosotros llamaríais un E.T.
- Y hablas... ¡ayyy Dios!!!, hablas...
- Claro que hablo. No voy a venir de a tomar por culo, para luego comunicarme haciendo dibujos con un palo en el suelo, no te jode.
-  ¡Miiimadreeee!!!!, cuando se lo cuenta a la parienta... me llamo Javier  (y le estrecha la polla fluorescente).
- Vaya, ahora entiendo lo del "mucho gusto", o "un placer".
- ¿Qué dices?

- Nada, cosas mías. Yo me llamo Neo.
- Un placer Neo, ¡ay Dios mio!!!, estoy hablando con un extraterrestre...
- Más que eso amigo, más que eso.
- ¿Qué?, no entiendo.
- Nada, tú suéltame la... mano, y si tal...  ya te voy contando.
- ¿Y cómo?, es decir, ¿dónde está la nave?.
- Nave... ¿qué nave?.
- La nave... la Enterprise, el buga galáctico, el puto carro estelar...
- Ahhh, me olvidaba que sois un poco así.No hay nave.
- Cómo que no hay nave. ¡Ahh!!!, ya caigo, usas puerta...
- ¿Puerta?
- Puerta estelar, túneles de gusano...
- Joder, vuestra televisión y esos seudocientíficos del carajo están haciendo estragos. No hay puerta, ni gusanos, ni gatos muertos y vivos. Nada.
- A ver, me pierdo. Si estás aquí, y eres un E.T. (entrecomillando con las manos), en algo... o algo tendrás que usar, para venir de donde coño vengas.
- Consciencia.
- ¿Qué?
- Uso consciencia.
- Ya... consciencia... ¿gasolina o diésel?. Es broma (disculpándose). No entiendo.
- El tiempo y el espacio, solo tienen sentido, si introduces en la ecuación la consciencia.
- Ya... sabes... soy de letras, bueno, ni siquiera fui a la universidad, no por burro no, padre alcohólico, sabes,  en fin...
- ¿Cómo llegaste tú aquí?.
- Pues... a pié.
- ¿Por?
- Porque si, me apetecía y vine.
- No me entiendes. Te apetecía andar, te pusiste tus ridículas mallas, tus Adidas y anduviste desde tu casa a aquí por un sendero...
- Aja... por el monte, si.
- Por tanto, has recorrido una distancia desde un punto -A- a un punto -B-, en un tiempo determinado. ¿Si?.
- Si claro, ¿y?.
- Estarías aquí y ahora, si no fueses consciente de que te has desplazado de un punto al otro, en un determinado tiempo.
- Podría.
- No estoy hablando de drogas o de que te trasladasen inconsciente. Me refiero a que el tiempo y el espacio son una ilusión. Si, una ilusión, fruto de la consciencia. No existen.
- Algo así como Matrix.
- Vale, te di pistas con mi nombre terráqueo, pero... si, algo así, sin Nokia antidiluviano, ni máquinas despiadadas,  pero si.
- No me digas que somos pilas.
- No. Este monte existe. Tú existes. Estás en él. Yo también. Y esa ardilla de allí, también y, cagará cuando le salda del carajo hacerlo. Pero, solo existe... todo esto -señalando con las manos- aquí y ahora, gracias a la consciencia.
- Consciencia... si... ¿pero cual?, ¿la mía, la tuya?...
- La lectura no es esa. Así piensan las consciencias... poco conscientes, y perdona, pero tú lo eres. Tú, yo, este monte, este planeta, esta galaxia, son apenas una partícula subatómica dentro del conjunto de lo que vosotros llamáis Universo. Tú no eres mas que la manifestación de la consciencia de la energía. Nada más. Una pequeñisima y efímera chispa, una  sinapsis de energía.
- ¡Joooder!!, y mi madre diciéndome, ni se te ocurra beber como el desgraciado de tu padre, y por Dios, no tomes drogas... y yo haciéndole caso...
- Si. En realidad tú, yo, esa piedra, ese árbol y la ardillita de los cojones,  no somos mas que energía, consciente o inconsciente, pero energía. Si, la piedra también. No pongas esa cara.
- Mierda. Esto es difícil de asimilar... y cuando me muera, ¿qué?.
- Morir es un concepto humano. Pues nada, una neurona menos operativa. Energía libre, que puede que si, o no, vuelva a formar parte de otra sinapsis... ser consciente de si misma.
- Pero llamar chispa a una vida...
- Venga... tú eres más inteligente que eso, chispa es una exageración, ni siquiera sois eso, apenas una mierda dentro de una mierda, de una mierda de chispa. Apenas nada. El nacimiento y colapso de una galaxia, quizás sea una chispa... lo vuestro, no.
- Pero... las galaxias no tienen consciencia...
- Si y no.  Es consciente el cerebro de si mismo, o son las sinapsis que lo alimentan las que le dan consciencia. Una galaxia es, por así decirlo, masa gris y las consciencias individuales que lo pueblan, las sinapsis que le dan entidad. Cuando se apaga una galaxia, se apagan todas las consciencias que ella contiene. De forma involuntaria y, si se quiere ajena. Acaso tus células quieren morirse cuando te mueras tú. Pues igual.
- Va... te entiendo...o no... pero... ¿cómo llegaste?.
- Vaya... veo que no lo pillas. Pregunta incorrecta. No debes pensar en términos de tiempo o espacio.
- Bufff...
- ¿Qué soy?, quizás.
- Vale, ¿quién coño eres?. Espera... no serás Dios...
- ¿Dios? (levantando una ceja), te refieres a ese acto de negación de la nimiedad inherente a todo ser... añadiría inconsciente, como vosotros.
- Vaya... ahora soy de números.
- Dios es ese runrun, ese ruido cósmico de fondo que todo ser "inteligente" percibe, qué te dice -amigo, esto es demasiado grande y complejo para que un mierda como tú pueda tener algo que ver o hacer. Aceptar que no existe un Dios, sería aceptar que en realidad no somos nada. Cuando en realidad, es así. Nos auto engañamos, sabemos en nuestro fuero interno, que no somos absolutamente nada. Nada. Dios, no es mas que un acto de negación.
- Vale, si no eres Dios, ¿quién coño eres?
- Pues una conexión neuronal, una sinapsis dentro de la energía de lo que vosotros llamáis Cosmos. La manifestación de la consciencia de la energía, si quieres.
- Y yo... ¿también?.
- Bueno, también, aunque, más inconsciente quizás.
- Y... ¿qué haces aquí?.
- Aquí, allí, hacer... son conceptos que sólo tienen expresión en un contexto espacio temporal. Soy energía, sin más. Energía consciente de mi misma y de mi entorno, qué en realidad soy yo mismo.  Estar aquí, allí, ahora, o dentro de tres cuartos, carece de sentido. Soy todo el tiempo y en todos sitios, al mismo tiempo. Ubicuo o mejor dicho, omnipresente. Traducido a vuestro tótum revolútum mental;  infinito y eterno, como el Dios ese vuestro.
- Aaajaaá!!!, ya... ubicuo...
- Qué, ¿más preguntas?
- Si. ¿Chorizo o mortadela?.
- Mortadela.
- Pero... ¡qué coño!, ¿cómo sabes?.
- No te dije que soy ubicuo, ese bocata que llevas en la mochila es materia. Energía. Soy ubicuo, recuerdas.
- Vaya, no era mi intención... el canibalismo no lo llevo bien.
- Tranquilo. El bocata no es consciente de si mismo. Yo si.
- Ajá... pues te jodes. Chorizo pati.
- Va, venga.
- Oye... no podrás ir y venir... ya me entiendes... al pasado, al futuro...
- Vaya, si que eres torpe.
- Gracias hombre... a ver si te vas a tomar el bocata de secano,  sin Budweiser...
- Futuro, pasado... la materia o energía si quieres, existe, sin más. Ni nace, ni crece, ni muere. Ni aparece o  desaparece. Simplemente, es. El concepto de tiempo es subjetivo, o mejor expresado, irreal. No existe. Es un invento de consciencias finitas, mortales. Necesario quizás. Pero inexistente.
- Me estás diciendo que lo que tardo en comerme este bocadillo de, esta mortadela, ñaaamm, rica, rica... en realidad no está pasando.
- No. Lo que discurre es el -momento-. El estado de la materia, si quieres. Conoces el concepto de -momento- supongo...

- Recuerdas (tocándose la sesera)...mi padre era un borracho.
- Bufff... vamos, y me enseñas esto, que va para rato...
- Vaya... al final va a ser que el concepto de tiempo, si que existe.
- Calla y escucha imbécil... y dame una de esas cervezas si no quieres que te dé un par de hostias con mi polla.
- ¿Polla?

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