Déjame entrar (Let the Right One In) de Tomas Alfredson. Hoy por hoy ya es un peliculón, pero pasado el tiempo no es muy aventurado pensar, que acabará siendo un clásico en su genero o en todo caso una película que creará escuela, ya que su trascendencia va mas allá de la temática. Estamos ante una película sobresaliente, impropia de un director novel.
Confieso que a mi el cine de terror, no me atrae mucho y menos desde hace un tiempo para acá. La culpa. Pues esa mediocridad en la que caen algunos directores. Donde la complicidad con el espectador se reduce a darle un susto, asco o simplemente, ponerle mal cuerpo.
Si en su día, Alfred Hitchcock rodase Psicosis con la misma pericia que muestran algunos directores contemporáneos, la memorable escena de la ducha, se reduciría a un psicópata, acuchillando a un pobre mujer... en una bañera... nada de cuchillo arriba y abajo, al ritmo de la música, nada de cortinilla desgarrándose, nada de salpicaduras. En fin. Sopa fría.
Y lo que es hoy día una escena inolvidable, se convertiría en algo mundano, insustancial y vacuo
¿ Una señora desnuda, o una en lencería ?. Lencería. La diferencia, mas que evidente. Hay un dialogo o cuando menos complicidad con el espectador. Le obliga a pensar, intuir e imaginar... en definitiva a participar. Y es, esta maestría la que hace, entre otras cosas, que uno termine de mirar la película y diga aquello de... "joder... que bien ha estado...". ¿ Por qué ?. Ahora ya sabes uno de los motivos.
Bueno. Pues Déjame entrar, es cine del bueno. Donde no se muestra lo evidente, se intuye. Donde no se dice lo evidente, se insinúa. Donde apenas unos fotogramas escurridizos...furtivos... como un rumor, establecen un dialogo subyacente que luego el espectador se ve obligado a desarrollar. Joder... y el Barca Madrid, en alta definiciooón..!!!! :-)))
En fin, Hitchcock afortunadamente aún sigue teniendo escuela; El miedo, el terror, el pánico no está en el monstruo que acecha... está en la oscuridad que lo oculta. Estas enseñanzas evidentemente muy pocos las aplican en la actualidad. A veces me imagino al bueno de Alfred, asistiendo a una producción actual... y allí lo veo...con una mano frotándose la frente, sintiendo vergüenza ajena. Afortunadamente, Let the Right One In no sería el caso.
Aún así, decir que esta película sueca, aún cuando se vende como película de terror, miedo, o miedecillo. La verdad, es que en ningún momento pretende tal cosa. Es mas bien, una nueva propuesta o enfoque al genero.
No tiene la crudeza, melancolía y romanticismo del Drácula de Bram Stoker. Aún así recuerda a ella. Ni es tan pretenciosa como Entrevista con el vampiro. Pero tampoco superficial como muchos la definen. Simplemente, están acostumbrados a ver Blade,s o Underworld,s y toda esa mierda infumable... y claro... luego... les apagas la luz... y simplemente no ven. Ni imaginan... que es peor.¿ Que aporta ?. Es contemporánea. Viene de unas latitudes impropias al genero. El vampiro es una niña (no es nuevo, pero el tratamiento si). No hay remordimientos, ni culpa, ni desazón, ni siquiera deseo de dejar de ser un "no vivo". Solo aceptación. Y luego esa eterna búsqueda de alguien que la acepte tal y como es. ¿ Por qué ?. La soledad. ¿ Quien coño, quiere estar solo eternamente ?. ¿ Dios quizás ?.
Pero no solo ofrece esto. Tiene una banda sonora excelente. Un montaje, metraje y ritmo notables. Una fotografía interesante. Un reparto muy acertado. En fin... roza un gran nivel en todos sus apartados... Y claro... así te deja el cuerpo.
En cuanto al guión, decir, que esta basado en una novela del sueco John Ajvide Lindqvist, adaptada por él mismo para la película. En cuanto a su contenido. La película es todo un tratado de vampiros... pero... es mas una mera escusa que un fin en si. De hecho... los "no vivos" dan mucho juego para contar otras cosas... y aquí, sin duda se cuentan.
Aún así, hay dos detalles que no me gustaron. La mujer aquella ardiendo en la cama y la escena final. La primera, es comprensible, una licencia del director, y se perdona. Pero el final... ahí si que chirría un poco, supongo que no quería dejar sin resolución el conflicto del chaval con los tocapelotas del cole... pero... joder... como que no.
Es mas, de verla doblada. Te gustará. Pero, te puedo asegurar amigo lector... que en VO te resultará inolvidable. Además, en la versión doblada la mini-vampira... no... como se dice... eso que hacen los gatos... cuando roncan...¿ronronear?... bueno... pues no tendrás de eso... tu te lo pierdes :-)))
P.D.:"Huir es vivir, quedarse la muerte"
Esta cita, evidentemente esconde en su interior un doble sentido. Es aplicable tanto para el vampiro de turno, como para sus víctimas.
Dios, como me gustó esta suecada!!!
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TITULO ORIGINAL | Låt den rätte komma in (Let the Right One In) | ||
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DURACIÓN |
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PAÍS |
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DIRECTOR | Tomas Alfredson | ||
GUIÓN | John Ajvide Lindqvist | ||
MÚSICA | Johan Söderqvist | ||
FOTOGRAFÍA | Hoyte Van Hoytema | ||
REPARTO | Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg | ||
PRODUCTORA | EFTI |
joder tio. la estrenan mañana y no tengo para llegar a fin de mes. eso no se hace.
ResponderEliminarBuena tu critica, sobre una excelente pelicula, solo un datalle sobre las 2 cosas que no te gustaron. Ambas escenas son tal cual como ocurren en el libro.
ResponderEliminarEl libro no lo leí. En cualquier caso, son cosas sin mayor importancia, sin duda es un peliculón.
ResponderEliminarYo ya me había leído el libro, que me pareció excelente, y cuando supe que habían sacado la peli, tuve reparos en verla, por si me dañaba la ilusión, pero igual me la ví y me sorprendió muchísimo. La recomiendo!!! Es una pena que la mayoría no la valore como debería.
ResponderEliminarMe encantó la película y en cierto punto me dejo pensando en la soledad de la chica o chico, vampiro, (Eli) la elección que toma Oskar o legado por así decirlo. En fin, vi la versión estadounidense y admito que la sueca es mucho mejor por la forma en cómo es desarrollada la historia, la lentitud y las interrogantes que le generan al espectador. Ahora solo me hace falta leer el libro y listo.
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