La muerte del motor térmico (léase la era del motor eléctrico)

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Hace apenas un año y medio, en una comida con amig@s, discutimos acaloradamente (cómo debe ser. Lo otro es hablar por hablar) sobre los vehículos eléctricos. Y yo, que ya desde hacía un tiempo me interesaba el tema (a raíz de haber probado un Tesla) me había informado, y bien. Pues eso, que defendí con pasión la visión de que en un plazo mucho más breve de lo que, ya a estas alturas se intuye, el coche eléctrico dejaría de ser una anécdota, para convertirse en el medio de transporte predominante. Fijaba, muy entusiasmado el 2.020-25. La Industria habla del 2025-2035, pero todo parece indicar que estos plazos (incluso los míos) se acortarán drásticamente.

Mis contertulios argumentaban la mierda de siempre, que si producir energía eléctrica para luego insuflarla en un vehículo eléctrico es mucho más caro que usar combustibles fósil, que pese a la escasez, su carestía es artificial al estar gravados con muchos impuestos.

En fin, que justificaban todo a la cuestión económica (que también es incierto, si uno tiene en cuenta la eficiencia energética, que para nada es equivalente entre ambas tecnologías). Pero la realidad es la que es, que si vives en la Alpujarra, puede que no te importe contaminar ya que ni lo notas, ni te lo recrimina nadie (la gente no se queja si arde el monte, salvo que vaya a quemarse su casa), pero si transitas por una gran ciudad, ese hongo que cuelga ya perenne sobre tu cabeza, no es otra cosa que mierda que sale por los tubos de escape de los vehículos, y cuando digo vehículos, no solo me refiero a los diésel, en los últimos años se ha demostrado que la gasolina  (y en su mayor parte de las calefacciones) desprende tantas o más partículas peligrosas que el diésel (que se note menos, es ya otra cosa).  El miedo al CO2 ya lo dejo por imposible, el CO2 para el que recuerde algo de química, es INOCUO... otra cosa es que afecte al calentamiento global.

NOTA: Obvio decir que el gran problema de la humanidad no son los millones de coches echando mierda por los tubos de escape, sino, el transporte de mercancías de una parte del mundo a la otra. Muy pocos saben lo que contamina un solo portacontenedores.... pues es un solo viaje de China a Amsterdam, contamina mucho más que todos los vehículos de una gran ciudad durante un año. Un solo viaje. Imagina de que estamos hablando. De esto no interesa para nada hablar, no vaya a ser que no compres en Zara y se pare el Mundo,  solo se discute sobre si el CO2 lo producen las vacas echándose pedos o es por los coches, en fin.



Tanto es así, que las grandes urbes se ven obligadas a literalmente prohibir el acceso a los vehículos diésel, ohhh... la gran apuesta Europea (léase Alemana) en los últimos veinte años por el diésel mientras el resto del mundo usaba gasolina, se ha demostrado desastrosa. Con fabricantes de vehículos obligados a trucar los motores, o inventar mecanismos que literalmente acortan la vida del vehículo, o peor aún, a padecer una fuente inagotable de averías (la famosa recirculación de gases, es como si tu dietista te aconsejase comerte tus heces varias veces por aquello de no gastar agua en el water). 

Si a esto le unimos dos cuestiones ya imposibles de superar; el tope de los 95 gramos de CO2 para 2.021 y el nuevo ciclo de homologación de consumo medio WLTP mucho más realista que la farsa del ciclo NEDC que te decía que tu coche consumía a un cinco y medio, cuando en la vida real era a un ocho y de viejo ya ni te cuento. Es decir, esos dos listones literalmente han sentenciado al motor térmico, ya que es imposible lanzar al mercado un SUV que pese tonelada y media, con doscientos y pico caballos y que, realmente consuma cinco litros a los cien y emita menos de 95 gramos de CO2.

Pero la cosa no termina ahí. Tan solo tienes que probar un coche eléctrico (doy fe), y con probar no me refiero a días, sino con tan solo una hora, y te darás perfecta cuenta de que, tras salir de él, y volver a tu esplendido Mercedes, te encontrarás con la dolorosa sensación de estar usando un tractor muy caro. Y no es algo subjetivo, es muy real.



Un vehículo eléctrico es inmensamente más divertido de conducir (recuerdas lo que sentías de niñ@ en los coches de choque, pues casi), la respuesta es inmediata y lo más sorprendente, casi con cualquier vehículo eléctrico, es decir, el par motor antes asociado a coches potentes/caros,  que encima consumían mucho, en los vehículos eléctricos se diluye, ya que cualquier eléctrico de gama baja/media entrega un par motor instantáneo más que suficiente para la mayoría de los mortales. Si encima, son automáticos por definición (nada de marchas, ni caja de cambios, embragues, etc), simples hasta el absurdo, peligrosamente silenciosos, sin vibraciones del motor, con maleteros enormes (incluso con dos maleteros), en fin,  que sencillamente, te das cuenta de que un vehículo térmico  no tiene nada que hacer frente a eso, simplemente no aguanta la comparación. Vamos, es probar uno y lo quieres, pero ya.

Si encima, te das cuenta que un vehículo eléctrico, es básicamente un motor de lavadora, montado sobre un eje (o dos) en un chasis, sin los mil y un mecanismos de un motor térmico, sin apenas mantenimiento, enseguida tu cabeza no solo piensa en lo que te ahorrarías en combustible con relación al precio de la electricidad, cosa que cambiará inevitablemente, sino, en lo que te vas a ahorrar en mantenimientos, averías, etc.

Este abaratamiento de fabricación (el motor eléctrico apenas tiene secretos, solo hay posibilidad de mejora en el sistemas de baterías, de recuperación de energía, carga y poco más)  hará o, más bien ya hace, que los fabricantes para justificar el elevado precio (de algo tan simple), te carguen hasta los topes de equipamiento el coche, y cuando hablo de equipamiento me refiero en mayor medida a tecnología. Las más interesantes, las ayudas a la conducción, e incluso el auto pilotaje (algunos ya anuncian conducciones autónomas nivel 5 (totalmente autónomos) para el 2.025), los coches conectados, los sistemas de guiado integrados en el cuadro de instrumento/parabrisas, los asistentes de aparcamiento, las actualizaciones de software del vehículo permanentes, la carga por inducción y mil automatismos ahora propios de gamas muy altas (aire acondicionado controlado remotamente, apertura/cierre sin llaves, iluminacion LED inteligente, techos solares infinitos, etc), mil "cosillas" que harán que veas cualquier coche actual muy superado y desfasado, estamos a las puertas de una revolución en lo que se refiere a como entendemos el coche actualmente. Por ponerte un ejemplo, alguno de los coches eléctricos que ya se venden en la actualidad o saldrán en los próximos meses, llevan de serie cosas tan absurdas como los asientos con aire acondicionado (calor/frio) y masaje lumbar (no es coña), pero espera... y con el volante también con aire acondicionado y flipa, la guantera refrigerada (de descojone), esto ya habla por si solo de lo que quiero decir, te han de justificar que te van a vender un chasis con un motor que vale cuatro duros, por más de treinta mil euros. Y esta "política de extras" hará aún más rápida la transición, ya que te encontrarás con coches cargados de tecnología hasta los topes, que automáticamente dejarán anticuados cualquier vehículo térmico actual.

La pena de esto, pues es que, comprar un vehículo térmico a día de hoy, es gastar dinero en un coche que en muy poco tiempo estará totalmente superado y encima, penalizado.  Si no te lo crees, no tienes más que leer la prensa, prácticamente todos los fabricantes importantes ya han anunciado que van a dejar de fabricar motores diésel en breve (de hecho, ya ninguna marca lanza a dia de hoy  nuevos motores diésel, simplemente están intentando amortizar al máximo los ya existentes), pero el tema no es que dejen de desarrollar motores diésel, es que, también se verán obligados a dejar de invertir en motores gasolina, ya que, repito,  el propio mercado hará que no tengan demanda.

Si ya se, te sigue viniendo a la cabeza el cómo enchufar el coche, la autonomía... lo primero es un tema legislativo que facilite la instalación de tomas en los garajes de los edificios básicamente, ya que normalmente la luz es comunitaria y tienes que pasarla al consumo de tu vivienda y lo segundo, es cuestión de evolución de la tecnología, se está duplicando la carga en cada evolución de las baterías, no sería nada descabellado ver coches con autonomías de 1.000 km en apenas dos o tres años y finalmente del despliegue masivo de puntos de carga y, sobre todo de cambio de mentalidad y hábitos.

Que el proceso se está acelerando mucho más de lo que nadie esperaba, es el que, si te fijas, lo poco realmente "nuevo" que sale ya son vehículos híbridos (incluso he visto estos dias anunciar en la tele una marca que vende un híbrido a Gas, más claro agua), pero solo es una estrategia a corto de las marcas para seguir colocándote un coche con motor térmico que si, que pueda que consuma y contamine menos, pero que en realidad sigue teniendo los  mismos problemas de un motor térmico más los que pueda tener la parte híbrida. En fin, que, es una forma de alargar un poco más la transición, qué por otra parte tampoco se justifica, ya que repito, un motor eléctrico apenas requiere de I+D, es una tecnología muy simple, prácticamente carente de patentes y amortizada ya de salida, no estamos hablando de un motor a combustión, casi un reloj de cuco, con más de 3.400 piezas, sino de un motor de bobina conectado a unas baterías.

La jodida realidad es esta; hemos descubierto con sorpresa que cualquier persona clavando un palo en el suelo puede saber la hora, mientras lleva en la muñeca un reloj que solo unos pocos saben y pueden fabricar. Esa es la dolorosa realidad, nos hemos pasado gran parte de la revolución industrial usando una tecnología equivocada/monopolizada, con la que nos han tomado el pelo, y bien. Triste, pero es la moraleja que se extrae de todo esto.

Os dejo un vídeo del inefable Saul Lopez, probando un Model X, un tío que trabajando para la industria petrolera, va y se compra un Tesla, que si, que es un coche muy caro, pero tanto, como puede ser cualquier gama alta de BMW, Mercedes, Volvo, Audi, etc,  y sinceramente ningún coche de estas grandes marcas tradicionales aguanta la comparación. Pues esto mismo ocurrirá con la gama media-baja, de hecho, visto los modelos que saldrán este mismo año, ya se constata.





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