Reconozco que empecé a ver Mindhunter, una de las últimas series producidas por Netflix, por el ruido que está provocando, más que por la calidad que a priori le presuponía. Pues error mio. Si algo hay que reprocharle, es que no la han sabido vender, vamos, que el paquete desluce el contenido.
En un principio se percibe de perfil bajo, es decir, al ver el primer capítulo te da la sensación de que es una del montón, y más, sobre un tema tan trillado, vamos, que te das cuenta de que no estas viendo un True Detective o un Hannibal, pero la cosa cambia sorprendentemente a mejor en cada nuevo capítulo, tanto, que te sorprende el increchendo, y al final, pues si, no se si será la serie del año de la cadena, como dicen algunos, pero si, muy buena, eso sin duda alguna.
Además se dota de cierta originalidad, al radicar la historia en un contexto histórico muy interesante, primario, en lo que se refiere al tratamiento por parte de los cuerpos policiales de los llamados serial killers, lo que le da un cierto tono documental o, incluso, académico, todo ello apoyado en un guión brillante, que en un principio se intuye poco ambicioso, pero ya por el tercer o cuarto capítulo te das cuenta de lo equivocado que estabas, no te dan nada masticado, has de hacerlo tú y eso amigos, engancha.
Así que, si te molan la temática, indispensable.
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