Cómo evitar el spam y los virus informáticos via e-mail.

0 comentarios
Hoy os explicaré como soslayar los virus informáticos y el spam (publicidad y demás mierdas) que inundan los buzones de correo electrónico de nuestro días.


Para ello deberás aplicar estas medidas, muy básicas, pero necesarias, ya que resultan muy eficaces a la hora de controlar estas dos plagas, y a su vez, permiten mantener saneado el programa de correo electrónico, uno de los grandes agujeros por lo que se cuela esta peste.


Primera medida:

Desactivar la notificación de lectura de los e-mails, según con que programa trabajes se hará de una forma u otra, pero normalmente está en las opciones de configuración del programa de correo electrónico, en las opciones de envío/recepción de e-mails, como «notificación de lectura».

¿Por qué?, basicamente con esto logramos librarnos de un alto porcentaje de spam, ya que, gran parte de los emisores de spam trabajan lanzando pedradas a ciegas, es decir, como no tienen tus direcciones de e-mail (a menudo si las tienen, pero otros muchos no), lo que hacen es, usando  programas informáticos especializados, cuyo funcionamiento detallado voy a obviar, pero basicamente lo que hacen es enviar spam a nombres de cuentas que generan "al azar" a partir de bases de datos de dominios y listas de nombres de usuarios probables.  De tal forma que, tras el envío masivo, lo que hacen es -cribar- los e-mails válidos, simplemente comprobando cuales han sido leídos. Si reciben confirmación de lectura, añaden ese e-mail a una base de datos, por así decirlo de e-mails validados y comienza la fiesta.  Dicho sea de paso, esta técnica se sigue también, con el spam telefónico, primero te llama un robot (que hace llamadas al azar), si contestas, tú número es confirmado como real (o de estar ya validado, filtran así los que responden o no) y a los pocos minutos recibes la llamada del tocahuevos de turno.

Segunda medida:

Usar la opción de «correo no deseado».  Todos los programas de correo electrónico (o servicios web) tienen opción para añadir un correo determinado como no deseado, de tal forma, que la siguiente vez que el emisor te mande otro correo, directamente te lo manda a la carpeta de spam (correo no deseado).  Muchos usuarios pasan de esta opción, ya que, a veces, por más que añadas un remitente como no deseado, sigue entrando. Mal hecho.  El usuario debiera saber que los spamers suelen usar ciertas técnicas para evadir este filtro, es decir, para que por más que filtres un supuesto -mismo- origen, te sigan entrando como no spam (camuflan y mutan el emisor en cada envío), en ese caso, tienes que aplicar la tercera medida, pero nunca dar por ineficaz la opción de correo no deseado, ya que, pese a esa vulnerabilidad, si que funciona para un alto porcentaje de spam, y si tú le ayudas añadiendo direcciones, mucho más. Al principio es un poco pesado, pero al cabo de unos días comprobarás que la incidencia del spam/virus es mucho menor.

Tercera medida:

Usar la opción «Reglas». Si aún filtrando con la opción «correo no deseado» sigues recibiendo spam de ciertos emisores, tendrás que utilizar la opción «Reglas». Esta opción, basicamente te permitirá, entre otros muchos cometidos, indicar, por ejemplo, que todo lo que recibas que contenga como asunto (o texto del cuerpo) cierto literal o palabras, directamente se envíe a la carpeta de spam. Si uno pierde un poco de tiempo creando estas reglas, se puede evitar ese spam rebelde fácilmente.

Esta opción Outlook la tiene en el apartado «Inicio» en el grupo «Mover», pero casi todos los programas de correo tienen una opción similar. Además de servir para esto que indico, también sirve para, por ejemplo, desviar todo lo que recibas en una cuenta a otra (por ejemplo, para cuando estás de vacaciones), responder automáticamente (cuando no estás), reenviar copia de un email a otra cuenta si contiene ciertas palabras o viene de un emisor concreto, etc... es decir, es una de las opciones más potentes de Outlook y, a su vez, más infrautilizadas.

Cuarta medida:

Revisar y borrar periódicamente la carpeta Spam (o Correo no deseado), además de la bandeja «elementos eliminados».  Aún cuando los filtros para el spam funcionen y te los manden a la carpeta de spam, esto no significa que te hayas desecho de él, mientras lo tengas en el equipo, tendrás esos mails allí, muy bien archivados y separados, pero siguen estando en tu equipo, con sus adjuntos (lo más peligroso) y ocupando espacio en disco. Así que, cada cierto tiempo, debes revisar la carpeta por si dió un falso positivo y te metió ahí algo legítimo y tras validarlo, borra sin contemplación todo el contenido de la carpeta. A su vez, cada cierto tiempo es recomendable eliminar todo el contenido de la carpeta eliminados.



Quinta medida:

Cuando borres algo peligroso o que sepas que es spam, si puedes, en vez de borrarlo pulsando la tecla suprimir (o marcándolo y dándole a eliminar), utiliza el método de pulsar «la tecla Mayúsculas+Suprimir», es decir, si seleccionadas el correo o correos a borrar y mantienes pulsada la tecla mayúsculas y pulsas suprimir, esos e-mails se eliminarán sin pasar por la carpeta "eliminados". Dicho sea de paso, esto también es valido para eliminar ficheros del disco duro, sin que pasen por la papelera del sistema. 

Sexta medida:

Si eres un usuario sensibilizado y que toma las medidas básicas para protegerse, «no utilices antivirus». Los hay "no tan malos", pero en el mejor de los casos, su funcionamiento resulta más perjudicial que los virus o spam en si. En caso de considerarte a ti mismo un analfabeto informático, pues si, usa un antivirus, igual no te pilla todo, pero al menos, tendrás la falsa sensación de estar protegido y cuando te infectes, el informático de turno no te intentará vender la moto de que... "es que sin antivirus claro... te vendo este que...."

Séptima medida:

«Agrupa los mails por fecha de recepción».  Debieras saber que pulsando sobre las columnas "De", "Para", "Asunto", "Recibido", etc., el programa de correo electrónico te ordenará los e-mails por ese campo, mostrándolos a su vez agrupados por días, semanas, meses, años, etc. Esto nos facilitará enormemente la organización, localización y filtrado de e-mails. Y más cuando tienes que aplicar la octava medida.


Octava medida:

Cada día, si puede ser, revisa la carpeta de entrada y de elementos enviados, y borra sin contemplaciones aquellos e-mails que no precises almacenar o que, por haber sido respondidos, ya los tienes añadidos en el emial de respuesta. Esto aligerará enormemente la base de datos correos, agilizará las búsquedas, y en definitiva, hará mucho más legible el buzón, ya que estará solo lo que tiene que estar y no todo lo que entra y sale, por más que no tenga sentido conservarlo. Gmail en este sentido hizo estragos en los hábitos de los usuarios, ya que al tener un buzón ilimitado en tamaño, ya nadie borra nada, y claro, luego aquello se convierte en un caos.



Novena medida:

«Sé implacable» . Si no conoces el emisor, borra el e-mail. Si no solicitaste información, borra el e-mail. Si dudas del emisor o de un adjunto, borra el e-mail. Si conoces al emisor, pero te manda algo adjunto, o un link, con un texto incongruente (dada vuestra relación), no dudes en borrarlo, los virus lo primero que hacen es coger las agendas de contactos y reenviar a todos los contactos un e-mail con un virus, aprovechándose así de, que por aquello de que conoces el emisor, no dudas tanto y claro, abres y picas como un pardillo.

Y así con todo aquello que recibas o envíes que según tu criterio no necesites conservar. Unos buzones despejados de basura y de e-mails banales, es una de las medidas que más repercuten a la hora de mantenerse a salvo del spam y de los virus. A más basura, más fácil que el spam prolifere y que por desconocimiento o despiste acabes por abrir algo que no debieras.

Desconfía tanto de los adjuntos, como de los links (direcciones a páginas web) puestas en el propio cuerpo del e-mail, ya que a menudo son direcciones fraudulentas o que directamente te descargan o inyectan virus.  

Décima medida:

«Desactiva la previsualización», muchísimos usuarios por comodidad o simple desconocimiento, tienen activado la previsualización de los correos, es decir, esa opción que hace que cuando vas pasando por la lista de correos, abajo o en un lateral te muestran su contenido sin necesidad de clickar en él. Pues bien, esa simple (irresponsabilidad) tontería, puede significar la diferencia entre contagiarse o no, o en el caso de tener activo la confirmación de lectura, que el emisor te valide como "cuenta a bombardear".  Debieras saber que existen virus que se activan simplemente abriendo el e-mail en cuestión, eso si, ya quedan pocos que exploten esta técnica y menos que funcionen en los programas de correo modernos, pero hailos

Undécima medida:

«Filtra por tamaño y elimina los correos pesados o con adjuntos». Cada cierto tiempo es recomendable pulsar sobre la columna «Tamaño» de todos los buzones, ordenando así de mayor a menor los e-mails por tamaño,  y eliminar aquellos correos que tengan un peso (tamaño) alto, por ejemplo más de 5 MB.  Esto evidentemente se hará con aquellos correos que no necesites conservar, o que por su antigüedad ya no tenga sentido mantener.  Debieras saber que casi todos los programas de correo electrónico acumulan los correos en un(os) fichero(s) y estos suelen tener limitaciones de espacio, y aún no teniéndolas, cuanto más ligeros sean, mejor. 

Duodécima medida:

«Usa banderas o marcas de seguimiento», casi todos los programas de correo permiten señalar o colorear, fijar banderines, etc. que permiten, por así decirlo, marcar aquellos correos que por su contenido y relevancia, quieras tener bien identificables/localizables dentro del buzón.

Décimo tercera y última medida:

«Anular suscripciones», mucho del spam que recibimos viene de suscribirse de forma consciente o inconsciente a ciertos servicios, productos, etc, autorizándoles a que nos envíen publicidad. Si son servicios serios (los que menos), si buscas al final del e-mail, suele haber una opción para anular la suscripción. Es un coñazo, pero perdiendo un poco de tiempo puedes evitarte unos cuantos emisores. En cualquier caso, ten precaución de cuando contrates cualquier producto, servicio o lo que sea, desmarca la opción que les autoriza a enviarte publicidad. No ya tanto, por que te llegue esa publicidad concreta, lo realmente preocupante, es que luego, trafican con esos datos (cuentas de e-mail y demás), ya que en el mercado negro valen un pastizal, y al final, acabas recibiendo publicidad de mil y un emisor.

Si tienes un iPhone, puedes anular fácilmente estas suscripciones desde el propio mensaje pulsando la opción de anular suscripción propia del sistema, que se encarga él solo de anularla. Pero eso es en el mundo Apple, en el mundo mierda, toca currárselo.

Existe también un registro, el Registro Robinson, al que si añades ahí tus cuentas de correo electrónico, direcciones, teléfonos y demás, en teoría, no debieras recibir tanto correo no solicitado, ya que, supuestamente, por Ley los emisores deben comprobar que no estás en esa lista, antes de enviarte publicidad. Pero claro, la inmensa mayoría de lo que recibimos son de empresas de dudosa reputación o, simple y llanamente, se lo pasan por el forro. Pero bueno, por intentarlo no pierdes nada.

También hay servicios web gratuitos y de pago que autorizándoles a que revisen tu bandeja de e-mails se encargan ellos de filtrarte el spam, o te facilitan la "des-suscripción", pero... al igual que ocurrió con https://unroll.me, al tener acceso a tu bandeja de entrada, nada impide que luego trafiquen con tus datos... así que, ojo con estos servicios.

Y ya está, existen muchas más medidas, pero si cumples las indicadas, ya no estarás tan expuesto al spam y a los virus, además de mantener los buzones organizados, limpios y funcionales.  Tanto es así, que cualquier buen informático que se precie, con solo ver tu buzón de correo, sabrá a que "animal" se enfrenta.

P.D: También es imprescindible que lees este artículo, de cómo sacar correctamente unas buenas copias de seguridad.
 

Inzitan blog

Debí elegir la pastilla azul...

Hace siglos, en Delf, ¿recuerdas?, tú vertías la jarra de leche, en casa de Johannes Vermeer, el pintor, el marido de Catharina Bolnes, hija de la señora María Thins, aquella estirada, que tenía un hijo medio loco. Pues ese, ese era yo...

0 comentarios:

Publicar un comentario

=====================================================================================

Comentarios moderados. Si ves que no aparece inmediatamente no lo repitas (posiblemente esté en espera de moderación).
En el caso de que un artículo tenga más de 200 comentarios se mostrará un link "Cargar más" debajo de la caja de comentarios.

++gracias :-)

=====================================================================================

.