NOTA: Segunda publicación (y corrección). Publicado hace ya unos años.
Hasan Gele, Sudán. Una niña de apenas unos meses, intenta vislumbrar entre un zumbido de moscas, lo que debe ser su madre.
Plaza de San Pedro, El Vaticano. Diez de la mañana. La multitud se agolpa a la espera. Él, sentado en una butaca lacada en oro, estilo Luis XV, asiste impávido a la escena, que intuye tras la ventana, aún cerrada.
Sus ocho asistentes, corren de un lado a otro preparando sus ropas litúrgicas de seda y lino.
!Ohh...Dios Santo...!!!, de haberlas visto tiradas en el suelo Justiniano I, os habría azotado sin piedad -exclama-. Pero su rostro no denota enfado, solo severidad.
Hasan Gele. Ella, aunque lo intenta, no da con el pecho. Resignada ve como otro de sus hermanos, ya mayor, mama ferozmente. Intenta apartarlo. No puede. Busca el otro...
Plaza de San Pedro. Desplazada para la ocasión, Berta, coge entre sus delicadas manos, sus dedos tan inmaculados como fríos. Le hace la manicura y lo maquilla. Mientras, charlan sobre lo frió que se han puesto los días. - ¡Si ya es primavera! -Se queja ella- Él con un gesto, ordena encender el aire acondicionado.
Berta le pone el sello de oro, se detiene a mirarlo una vez más, siempre le gustó. Discreto, pese a las piedras incrustadas formando una flor de Lis; tres circonitas y una esmeralda.
Ella asiente con la cabeza y se ruboriza.
Hasan Gele. No tiene suerte. Colgado del segundo, está otro de sus hermanos, que si tiene nombre. Ella aún no. Mira desesperada a su alrededor. No ve a nadie. Tan solo un cuenco de barro volcado, una hilera de hormigas trasportando las semillas que portaba, una garrafa sucia... abierta, ¿quizás con agua?, gatea...
Plaza de San Pedro. Doménico, acerca apresuradamente un mueble antiguo, con ruedas impuestas, que le permiten así, rodar sobre la gruesa alfombra de Siena. Abre una pequeña cajonera y saca unos inmaculados calcetines de angora. Les retira la etiqueta, no sin bochorno y en actitud sumisa, se los pone.
De un compartimento inferior extrae unas exclusivas sandalias Sergio Rossi. Les saca la cordonera original y la reemplaza por un trenzado de oro y lino. Antes de ponérsela, ablanda el cuero de avestruz con un curioso artilugio de vapor, las seca y finalmente se las calza.
Hasan Gele. Logra tumbar la garrafa. Pero solo tiene un poso de hierro en el fondo. No logra verterla. Lo intenta repetidas veces. Pero no puede. Las hormigas empiezan a morderle. Gatea despavorida al regazo de su madre, que está sentada en el suelo, con sus dos hermanos enganchados de ambos pechos.
Plaza de San Pedro. Coge su inmaculado y reluciente bastón peregrino. Se alza, con calma, echa un último vistazo al espejo. Mientras los siervos esperan su aprobación...
Berta, recoge sus cosas, y con disimulo, observa la escena complacida con su trabajo. Él asiente a éstos, luego la mira, y sin mediar palabra, alza la mano, escusándola de aprobación alguna. Observa su mano, la esmeralda reluce. Asiente, baja la mirada y se va.
Hasan Gele. Tiene hambre y sed. Llora. Pero nadie la asiste. Es huérfana de padre, murió meses antes en la mina. Ahora depende por completo de su madre y su hermano mayor, Zuliw.
Zuliw trabaja cerca del Mar Rojo. Vuelve una o dos veces al mes, trae alimentos, y a veces, algún animal vivo. Y se marcha de nuevo. Este mes aún no vino. Yace junto a una esmeralda bajo toneladas de tierra.
Muerde a uno de sus hermanos, al que tiene nombre. Pero Yasid la golpea con el talón en la frente. Lo intenta con su otro hermano. Con gran esfuerzo haciendo cuña, entre Yasid y éste, lo desplaza. No chupa, muerde. Pero no sale leche. No hay leche, solo un pezón pálido, agrietado y...
Plaza de San Pedro. Doménico, abre las contraventanas, luego las ventanas. El aire fresco entra, y se mezcla con el caldeado del interior. Luego, saca un pié de micrófono al balcón, ajusta la altura y a su lado pone un atril electrónico, lo enchufa y conecta a un Apple, blanco inmaculado. La manzana brilla con la luz de la mañana. Teclea dos o tres comandos. Y con un - Por favor, adelante- cede su sitio en el balcón.
Hasan Gele. ... y frio. Muerde más fuerte, pero solo logra hidratarse con las babas que dejó su hermano, ahora lloroso en el suelo de tierra batida de la choza. Alza la cabeza y logra ver la cara de su madre. Mira al fondo de la choza, tiene la vista perdida y la boca entreabierta, en la que se ven unos dientes inmaculados, blancos marfil, sin caries, sin sarro, sin desgaste alguno. Está muerta.
Plaza de San Pedro. Sale al balcón. La multitud agita banderas, aplaude, llora, sonríe, grita, mientras jalea...
Él alza los brazos, agita las manos y se aproxima más al atril. Se intuye una sonrisa, pero al final, se queda en una mera mueca. Baja los brazos. La multitud se calla y, comienza el discurso...
...El Sida, es una tragedia que no se puede superar con la distribución de condones, que, al contrario, agravan el problema...
Tras varias interrupciones, le acercan un vaso de Evian fresca. Bebe un sorbo y prosigue...
... Hago un llamamiento a la solidaridad internacional, a las gentes de buen corazón, para que ayuden a la empobrecida África... a enfrentarse a la crisis económica mundial...
Hasan Gele. ... Ahora, los tres miran exhortos el rostro de su madre, demacrado, pero a su vez bello. Ya no lloran. De pronto, una hormiga abre el camino a una larga hilera que se apresuran a entrar en la boca entreabierta. Instintivamente, huyen. Dos a gatas, uno a pié, al fuerte sol de medio día.
Yasid, mira al Sol fijamente, al instante se desploma de espaldas y se queda allí tirado en la tierra agrietada, mirando fijamente al cielo.
La tierra quema, no hay sombra. Ella no quiere volver a entrar en la choza. Gatea y se sube encima de su hermano. Lo mira. Él no. No pestañea.
Plaza de San Pedro. Tras una hora y once minutos, saluda a la multitud, que lo despide con el mismo fervor. Domec le ofrece un poco de Evian, le seca el sudor con un pañuelo de lino. El "Show" ha terminado...
Ya de noche. En su cama de látex y almohadas de plumas. Sueña. Pero el sueño se torna en pesadilla.
Sueña con unos seres. Pequeños, negros y deformes; con cabezas desproporcionadas, vientres imposibles y unas sonrisas curiosamente familiares. Se acercan... se acercan más. Sus ojos son cristalinos, blancos y puros. No parpadean. Uno anda, dos gatean cuales perros lastimados...
Ya cuando están a sus pies le ofrece su mano, con su sello de circonitas y esmeraldas, pero en un instante se abalanzan sobre él. Lo muerden ferozmente. Le desgarran la carne. Ladran, gimen, lloran, gritan, muerden... muerden... muerden... muerden sin cesar...
Hasan Gele. El sol ya se pone. Refresca. Yasid ya no se levantó. Ni cerró los ojos. Su otro hermano, ha vuelto a la choza. Ella no.
De mañana se despierta. Gatea hacia la choza. Se queda en el umbral, su hermano, yace inerte y frio junto su madre...
El Vaticano. Doménico, entra sin llamar. Abre las cortinas. Sin darse la vuelta... da los buenos días, y dice - Una mañana preciosa, parece que hoy no habrá frió. No hay respuesta. Se da la vuelta alarmado.
- ¿Mala noche?.
- Si, me temo que si.
- Tuve una pesadilla... me mordían... me mordían....
- ¿Quiénes?.
- Unos... unos... buitres. Si. Unos buitres me devoraban.
- Doménico, sonríe. - ¿Morder?... ¿unos Buitres?. No obtiene respuesta.
- El diablo, siempre acechando... ¿le sirvo ya el desayuno?
- Si, por favor, estoy hambriento. ¿Que agenda tengo hoy?...
Hasan Gele. Ya no tiene fuerzas. Se desploma, mira al Sol. Al principio molesta. Pero luego no. Qué bello. Morir no duele. Vivir si. Pero recuerda a su hermano. Se incorpora. Ya es tarde, su cabeza pesa mucho más que su cuerpo. Se desploma sobre sus rodillas. Poco después deja de respirar.
Joder tío. Como haces para posicionarte ?. Tus entradas, sean de lo que sean salen entre los primeros resultados de Google.
ResponderEliminarBien que en cine sea así. Supongo que el algoritmo de Google valorará la especialización de contenidos.
Pero ¿ Que es la hipocresía ?. 9ª posición. Tu escondes algo. Y yo lo quiero :P
Un articulo sobre el tema estaría bien.
Tu lo has dicho. Si rompo la tematica del blog, jodo la temática.
ResponderEliminarAdemás, no hay truco, creeme.
El algoritmo de Google, habría que pasarlo por el LHC para descifrarlo :P
Cuando decidí cambiar la temática del blog y especializarlo, un lector argentino, para mas señas, me dijo que si estaba loco al titular los post con corchetes y puntuaciones y tal y tal... es decir esas cosas no ayudan nada al motor de indexacion de Google... que posiciona siempre mejor VENDO UN COCHE BARATO, que [90CV] F. FIESTA.
A mi que me importaba un carajo el posicionamiento (no tengo publicidad que vender). Vamos, que evidentemente le hice caso omiso.
Y mira por donde. Que el dichoso algoritmo... va a ser que es inteligente... ¿ quizás sea de origen alienígena ? :-P
En fin. Misterio sin resolver.
Además por lo que veo te equivocas. Salgo en la 6ª. Vaya ahora si que me he quedado a cuadros :-/
ResponderEliminarNO se de que rayos estaban hablando no le entendi que bocas secas leche de amamantar, yo pienso que la hipocresia se vive dia a dia, la maldita sociedad lo pide a gritos, pero que al final eso es lo que aveces necesitamos que nos digan que nos quieren aunque sean mentiras al menos para sentirse bonito un rato ya despues que chuk norris asu madre inche gente mamona fingida.
ResponderEliminaryo quisiera saber si el niño no es el zopilote reencarnado por que eso de la hipocresia que publicaron nada que ver con el tema, o tambien quisiera saber si el negrito no es muñeco de brujeria o algo asi por que no mas eso faltaba.
ResponderEliminarLo de la foto es lo de menos. La idea era trasmitir lo hipócrita que es la Iglésia con relación a África y todo ese mondongo... en fin... torpe que es uno escribiendo... siento no haber hablado mas claro.
ResponderEliminarGracias... ¿ O no ?... en fin... hipocresía que no falte.
Y si si es cierto la iglesia es pura mentirota como se la pasea el papa y tanto niño muriondose de hanbre y tadavia se llanan la boca diciendo que Dios los bendiga el papa tan bueno, tantos tesoros invaluables que tiene el vaticano y tantos niños con hambre, nadamas van a dar la finjida bendicion bola de mentirosos, se aprovechan de la ignorancia y del amor de la gente para su beneficio y eso es cualquier religion puros sepulcros blanqueados.
ResponderEliminarno lo habia leido bien pero ahora que lei bien. los felicito, y si que bonito morir conociedo el amor verdadero y la paz interna lastima que seamos tan cobardes y no afrontemos la vida con sus miles de virtudes y verdadero amor por los demas y que no sepamos hacer la misecordia las malditas cadenas de hipocresia,la mentira nos condenan o si no es muy dificil sobrevivir al medio, que verguenza decir Dios es amor y llenarnos dia a dia la boca de masa para poder sobrevivir al maldito sistema o estas o no estas y si no estas eres un fracasado.
ResponderEliminarpara mi la hipocresia no la podemos evitar como algunos quisieramos por que somo una bola de cobardes por eso somos cobardes, y quien dice no serlo es por que se undio en los vicios creyendo que asi se liberaria cosa que solo se sige engañando asi mismo.
algun dia ami me gustaria encontrar la verdad y vivirla y sentirla lastima que solo sea una fantasia.
y arriba la cochinada
ResponderEliminarVaya, solo faltan tres clavos, un martillo y una cruz.
ResponderEliminarPobre Papa, si el solo pretende vivir como Dios. :-)))
uy q lindo
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