El vegetariano y el león

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Hoy por hoy el buscador de Google pese a las multas y demás, tiene el control absoluto de las búsquedas en Internet, no ya tanto por su dominio total en el mundo PC, qué también, sino, por su apuesta a todo o nada en el mundo de la era post PC (léase móvil y demás artilugios ubicuos).

Qué le genera ese domino; pues unos ingresos descomunales en publicidad, y lo más importante quizás, un control absoluto de los datos y lo que se obtiene de ellos, que viene a ser el equivalente a los derivados del petróleo (entendiendo como crudo a los datos). Por decirlo de forma simple, es el propietario casi en exclusiva (Facebook y Amazon le soplan en el cogote) del nuevo dorado del siglo XXI.

Tanto es así, que poco a poco, con mucho sigilo, está construyendo una realidad alternativa. Tú entras a buscar cualquier cosa en su buscador, y el resultado que te ofrece, para tí, para tus ojos, es el "TODO". Si eso te arroja Google, eso es lo que hay. Sin más, sin rechistar, sin cuestionarlo, sin valorar más allá de lo expuesto. Si algo pudiera quedar fuera, es que no merece la pena. Esa es la lectura. 

Pues no amigo. Hay mucho más tras la punta del iceberg que te muestra Google. Tanto que queda en evidencia simplemente usando otro buscador (da igual cual). Antes... y cuando digo antes, es hace apenas diez años, las búsquedas de los tres buscadores más populares ofrecían más o menos los mismos resultados. Hoy eso ya no ocurre. Buscas en Bing (por ejemplo) un término y los resultados son tan distintos, que empiezas a cuestionarte cosas. Es más, en algunas búsquedas los resultados ofrecidos son tan dispares, que ni siquiera aparecen en las primeras veinte posiciones ningún resultado del buscador opuesto. Esto qué indica, pues más claro agua; qué los algoritmos de búsqueda obedecen a unos intereses a todas luces particulares y... lo más preocupante, que tergiversan la realidad de una forma tan evidente, que resulta bochornoso. 

Si ya nos vamos al mundo underground, la cosa ya se sale de madre; un buscador te ofrece resultados perfectamente "blanqueados" y pulcramente "eximidos de culpa". Y otro, la realidad; lo que hay ahí... sea bueno o malo. Tú decides; o un mundo plano chachipillongi o, uno heterogéneo e implacable, coma la vida misma.

Tanto es así, que yo ya hace un tiempo que he puesto otro buscador de cabecera, tanto en PC como en móvil (quizás más difícil de hacer, por los putos asistentes de voz, búsquedas integradas y demás artimañas para arrimarte a su vera). Y la verdad, no puedo estar más contento. Tengo los mismos resultados que ofrece Google, más los que quedan fuera de su "algoritmo". De su mundo perfecto.

Tú decides; creerte que el león no te comerá, ya que eres vegetariano o, buscar un árbol, subirte y, ya si tal, esperar a que se canse mientras rebates sus rugidos con reflexiones de Tomás Moro. De eso se trata. De vivir en una realidad parcial y blanca, o en un mundo "imperfecto".

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