Matrix

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NOTA:  Extracto de uno de los relatos cortos que componen «El obrador de cristal».


Matrix


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―Recuerdas cuando vimos Matrix juntos, hace ya tanto tiempo, cuando aún éramos jóvenes, recuerdas lo que te dije, lo de que tarde o temprano llegaría, pero tan lentamente, con tanta grasa, que la gente no lo percibiría.

―Tú y tu filosofía Matrix.

―No es algo subjetivo. Es real, constatable.

―Así que; somos pilas y no nos enteramos.

―No. No somos pilas. Peor aún; come mierdas.

―¿Come mierdas?

―Si. Come mierdas.  Han logrado lo impensable; que percibas un zurullo como un alimento, y lo más increíble, que te parezca sano y te guste.

―No te sigo.

―No sé si despertarte, si arrancarte el enchufe del cogote es buena idea.  Créeme, llegados a este punto, si me volviesen a dar a elegir, escogería la pastilla azul. Solo te puedo ofrecer la verdad, nada más.

―Ya, como Morpheus.

―Exactamente. Tú eliges.

―Venga, llévame al País de las Maravillas.

―Algunos ya empiezan a notar que algo no va bien, que algo no cuadra. Ellos lo perciben. Lo saben. Y si, están muy asustados.

―¿Ellos?, ¿notar qué?

―Coge ese paquete de cereales de ahí.

―¿Este?

―Da igual, acertarás siempre. Mira por el reverso. ¿Ves la pirámide alimenticia?

―Si

―¿No notas algo raro?

―La verdad es que si, choca que las verduras, las legumbres y demás no esté en la base.

―Ahora lo han intentado arreglar para que no resulte tan evidente, la nueva ya las trae en la base, pero, aun así, sigue siendo tremendamente absurda, y lo peor, constata claramente la existencia de Matrix. ¿Ves el vaso de zumo, el pan y los cereales?

―Si. Parece que está bien.

―Ya… es lo que tiene tener un enchufe en el cogote, que no ves los símbolos verdes deslizándose.

―Pues un zumo, con una rebanada de pan, con leche y galletas es un buen desayuno, ¿no se qué tiene de malo?

―¿Seguro que no quieres la pastilla azul?, aún estás a tiempo.

―Va… venga que nos van a cerrar el super.

―¿Sabes la peor forma de comer una fruta?

―¿En zumo?


―Si. Pero, eso es solo el mal menor. ¿Sabes por qué te recomiendan tomar zumos?

―Tienen vitaminas, saben bien… yo qué sé, ¿que son sanos?

―Error. Los nutrientes de la fruta se pierden prácticamente al exprimirla, por no hablar de las fibras y otras cosillas que solo están en la pulpa, la monda, etc. ¿Sabes lo que te queda?

―¿El qué?, ilumíname.

―La peor parte; agua con azúcares. Y dirás tú, para qué quieren que tome agua con azúcares, pudiendo comértela completa.

―¿Para vender licuadoras?

―Ojalá. Por dos motivos básicamente; para que asocies el zumo de una fruta, a la mierda que ellos venden. Es decir, qué al tomar el suyo, lo asocies a un alimento real.  Y el segundo motivo; para que no te sacies, para que tires seis naranjas al cubo de la basura para hacer un vaso de zumo, cinco naranjas que jamás lograrías comerte en un desayuno. Y, cómo encima, da mucho trabajo para lo poco que obtienes, ahí ya están ellos para dártelo hecho, te venden un recipiente lleno de mierda que tú asocias a tu zumo natural, y por tanto, será peor, pero es un alimento al fin de cuentas, ¿lo vas pillando?,  tras tomarte tu zumo natural o la mierda de ellos, tu cuerpo recibirá un chute de azúcar, en vez del alimento que has tirado a la basura, y no lograrás saciarte, y te apetecerá tomarte también una rebanada de algo que tú crees que es pan, cuando en realidad no lo es ni de lejos, pero cómo saber lo que es el pan, si nunca lo has comido. Tras la mierda travestida en pan, seguirás con hambre, permanentemente insatisfecho, y te tomarás también la leche, esa leche que te han tatuado en el cerebro que necesitas, cuando para nada te hace falta y menos esa ―abro comillas con las manos― leche. Para rizar el rizo, te harán comer galletas o echarle cereales… espera que me rio… si, también han logrado hacer creer a la gente que eso que echan en eso que no es leche, son cereales o, que esas galletas, son una versión festiva del pan, de ese pan, que jamás han visto y comido en su puta vida.

―¡Joder!

―Tranquila, no te escandalices, eso solo es el comienzo de la madriguera, la cosa es mucho más dolorosa, cruel e insoportable. Vamos a la estantería de los yogures. 

―¿Cual cojo?

―Cuanto mide este lineal.

―¿Lineal?

―El pasillo completo de yogures.

―No sé, ¿quince metros?

―Y tú, ¿todo lo que ves son yogures?

―Bueno, estos de aquí, son para niños, esto son bolsas de yogur líquido para chupar, estos son natillas, pero si… más o menos casi todo son yogures.

―Y si te digo que solo hay tres paquetes de yogures, a veces, ninguno, depende del día.

―Buff… pues no se…

―Todo vuelve a lo mismo. Han logrado que la gente identifique algo con un nombre que no le corresponde, tanto, que han desvirtuado la realidad, al más puro estilo Matrix. Si logran que toda la gente que entra en este supermercado crea que esto que ve aquí, son yogures, qué les impide replicarlo, con el pan, con los cereales, es decir, con prácticamente todo lo que vendan.

―¿Te refieres a una cuestión de léxico?

―Al principio solo era eso, pero con el tiempo, han logrado lo impensable.

―¿Que a un zurullo le llamen caviar?

―No solo eso; han logrado que te guste.

―¿Cuál es el yogur?

―Un yogur es un fermento lácteo, como puede ser un queso, por ejemplo. Busca uno que ponga eso, tan solo eso en la composición… ahhh, espera, no has traído gafas… no lo podrás ver… solo hay estos tres tristes botes de kéfir, y estos dos packs de yogur natural sin azúcar. Todo lo demás, no son yogures, como tampoco podría llamarse agua mineral a un refresco de naranja o a una Cola.

―Joder si tengo que ir viendo la composición, me muero.

―Tranquilo, ya se encargan ellos de que no la veas. Cuando aún tienes edad para leer las letras microscópicas, estás en esa edad que te crees inmortal, y cuando te preocupas de lo que comes, ya no las ves.

―Pero, los otros, también son fermentos lácteos.

―Ya, con azúcares refinados a granel, sabores artificiales, conservantes, estabilizantes, y más mierdas. El yogur, no es dulce, ni sabe a fresa o plátano, no dura un mes sin salirle hongos… volvemos a lo mismo, una Coca Cola, no es un agua mineral, aunque en su composición ponga que contiene agua. ¿Me explico?

―Supongo que con sabores venden más.

―El sabor es lo de menos, es el azúcar lo que te mantiene cautivo. Ni la heroína, ni el crack, las anfetas, o la marihuana, la droga de nuestro tiempo es el azúcar. Nos han convertido en adictos. Ya no necesitan hacerlo bonito, bueno o siquiera, barato; nos han convertido en adictos, y un adicto, solo quiere su mierda, su dosis diaria, da igual que se la corten con yeso, o que se la vendan en un urinario público.  Vamos al lineal de los cereales y las galletas.

―¡Por dios!

―Te reto a que busques un ―abriendo comillas con las manos― paquete de cereales o galletas que no lleven azúcar y que estén hechos con harina integral de algún cereal, en un porcentaje aceptable.

―Recuerdas… no llevo gafas.

―Ya te lo digo yo; no encontrarás casi nada. Ni siquiera esos, que ponen en letras bien grandes, que no contienen azúcar, ni conservantes. O en aquellos del fondo, que dicen que estar hechos con haría de trigo integral. Tan solo hay estos paquetes de avena. Si miras su composición pone; copos de avena, y punto.  Veinte metros de estanterías, dónde no hay ni una sola galleta hecha con harina integral sin azúcares y, tan solo, la avena, que merezca llamarse cereal.

―Dicho así, parece que esto no es una tienda de alimentación.

―En realidad no lo es. Créeme, si coges solo una pieza de cada producto alimenticio de este super, podrías llevarlos todos en un solo carrito. Lo demás, pues eso; toneladas de mierda.

―Pero habrá algo bueno, ¿no?

―Si. Lo que logres identificar inequívocamente; una lechuga, un tomate, un plátano, una cebolla, un ajo, un filete de ternera, un muslo de pavo, una lubina, unas almejas…

―Ya… pero dentro de eso, aún habrá calidades.

―Mírame a los ojos, por de muy mala calidad que sea la lechuga que te vendan aquí, por mucho pesticida que lleve, por muchos productos que le echen para conservarla, será inmensamente mejor, que comer mierda. Claro que es mejor una manzana ecológica, que tenga gusano incorporado y se pudra, como tiene que ser, a los seis días, pero, cuando uno ve a diario a madres en los parques, metiéndole cucharaditas de mierda en la boca a sus hijos, créeme, que coman una manzana de plástico, es inmensamente menos macabro. Simplemente les estarán dando alimentos de mala calidad. No mierda.

―Pero algún procesado habrá que pueda tomarse, ¿no?

―Muchos. El aceite virgen extra, el aceite coco, prácticamente todas las semillas si no llevan azúcar incorporado, los quesos, los encurtidos si no incorporan azúcar e incluso la miel si es natural y no esa mierda que venden aquí como miel. En fin, hay muchos productos, lo que tienes que vigilar es que el elemento principal sea el producto en sí, que esté lo menos refinado posible, y luego, que no incorpore mierda, o como mínimo, que sea en cantidades irrisorias.

―Pero qué te ha dado a ti con el azúcar.

―El azúcar en sí; no tiene nada malo, no es un alimento hueco como dicen algunos, puede aportar además de energía, incluso vitaminas, qué ocurre, que el que se consume es refinado, y ahí, es donde está el problema; solo aporta un chute de energía sin más. Es decir, te da energía, pero no te aporta nada a tu alimentación, y, lo peor, genera dependencia, como cualquier droga, nunca te sacia, nunca tienes suficiente y acabas por destrozar el organismo. Es como si a un coche, en vez de echarle un buen aceite y combustible, le inyectas nitroglicerina, correrá como un cohete, pero a los tres días está para el desguace, pues el azúcar, lo mismo. Hace que el cuerpo funcione, pero sin ofrecerle ninguna contrapartida, y ese déficit, es mortal.

―¿Cómo la sal?

―Parecido. Si salas en exceso, sabe mal. Pero con el azúcar, parece no haber límites. Es mucho peor.

―¿Y las grasas?

―Son buenas.

―¿Cómo que son buenas?

―Si. Buenísimas.  De hecho, son muy necesarias.

―Pues no es eso lo que se dice.

―Todo entra dentro de la misma estrategia. A ver, las grasas naturales son buenas, las procesadas, como casi con cualquier cosa en alimentación, no.  La grasa de un filete, del tocino, del pescado, el propio aceite virgen extra, la mantequilla, los quesos, las grasas de las semillas, de los cereales, hay muchísimas grasas buenas. Pero claro, si coges esas grasas y las ultraprocesas, qué obtienes; mierda.

―¿Y el colesterol?

―El colesterol, ya… el colesterol, y si te digo que el colesterol no es una enfermedad.

―¡Cómo que no!

―No. Para nada. El colesterol lo produce el organismo, y lo más relevante, lo regula de forma natural, de hecho, el cerebro es puro colesterol. Es necesario, para nada es un elemento malo.

―Pero si tienes mucho, te mueres.

―Imposible. Repito, lo regula el cuerpo. Lo que te mata es la mierda que comes. Esas grasas que taponan las arterias, no es la de un filete de ternera, ni la leche, o un yogur, es la de las grasas saturadas de esa mierda que venden como alimentos, y que, ya ves, están muy bien posicionadas en La Pirámide. Las farmacéuticas simplemente han inventado una enfermedad inexistente a partir de un indicador de nivel en sangre, satanizando de paso a todas las grasas por igual. Repito, los efectos perniciosos de comer mierda, siempre los denuncian en relación a características más o menos dañinas de alimentos reales. Así te mantienen dentro de Matrix.

―No entiendo.

―A ver, si su mierda está hecha con grasas saturadas, culpan a las grasas. A todas, da igual el origen. Si su mierda está hasta los topes de azúcares refinados, culpan por igual a todos los alimentos que tengan azúcar, aunque sea de forma natural, o sean saludables. Si su mierda provoca obesidad, culpan por igual a todos los alimentos con gran poder calórico, sean sanos o no. La táctica es que tú asocies los efectos colaterales de comer mierda, a los efectos más o menos perjudiciales de un alimento. Y luego, claro, ya con tu mente cautiva en Matrix, te dicen alegremente; no comas grasas, no tomes azúcar, no ingieras más de dos mil calorías diarias.  Nunca te dirán; no tomes azúcares y harinas refinadas, no ingieras grasas saturadas, productos ultra procesados… en fin, nunca te dirán, no comas mierda, ya que, lo dicho, lo han logrado, a tus ojos no los ves como mierda, como mucho, como malos alimentos, pero alimentos, en cualquier caso.

―Todo es mentira.

―Ya sabes, la mentira es aceptable, la verdad, no.  Pero si. Todo en alimentación es mentira; las tablas de crecimiento de los bebes, los pesos recomendados, la ingesta de calorías diaria con sus... dios santo...cinco... cinco comidas diarias La táctica siempre es la misma; si produces un producto que en realidad es mierda y lo quieres vender como un alimento, lo primero que debes hacer es; asociarlo a una familia de alimentos reales. Cuando tu mierda inevitablemente cause enfermedades, la directriz es; culpar por igual a toda esa familia de alimentos reales… y luego, lo ya resabido, lanzar una línea light, con una mierda aún peor.

―¿Ejemplos?

―Todos, por ejemplo; cualquier yogur de sabores o azucarado. Lo asocian a los lácteos, ¿a qué sí?, ¿y qué hacen cuando da problemas?, culpan a toda la línea de lácteos, cuando en realidad la leche entera es buena, un yogur natural sin más es buenísimo y el queso de fermentos es la leche… y nunca mejor dicho.  Pero a qué nunca escuchas decir; coman yogures naturales, y no, azucarados o con sabores, coman queso natural, en vez de plástico loncheado, tomen leche entera, etc.  No, nunca te dirán eso, el discurso será; reduce la ingesta de grasas, metiéndolas todas en el mismo saco, y luego ya están ellos para venderte mierda desgrasada, mierda light, mierda baja en calorías. ¿Lo entiendes?, asociando el problema a esos alimentos reales, a su vez, validan como alimento, algo que, en realidad es…

―Mierda.

―Ya lo vas pillando.

―¿Y las calorías diarias?

―Pues que es un indicador tan estúpido, como si te digo que, para ser muy inteligente, debes leer mucho.

―Me pierdo. Leer es muy bueno.

―Claro que sí. Pero, volvemos a lo de antes. Esa recomendación es tan torticera como decirte; un refresco es agua mineral.

―No entiendo.

―Tú puedes hartarte de leer revistas del corazón, o literatura basura, y no por ello, vas a ser más inteligente, sino todo lo contrario.  Lo importante no es las calorías que tomas diariamente, sino la calidad de los productos que ingieras. Te pongo un ejemplo; puedes tomar esas dos mil calorías comiendo una hamburguesa con una cola, o puedes ingerir exactamente las mismas calorías con una ensalada mixta y una copa de vino. ¿A qué no es lo mismo?, es más, puedes estar alimentándote mucho mejor comiendo un simple plátano, qué un menú completo de un bar de carretera. Es decir, la cantidad de calorías no significa nada por sí solo. Lo que realmente le da significado a ese parámetro es la calidad de esas calorías.  Por tanto, la recomendación de que comas dos mis calorías diarias, así sin más, solo le interesa a los que quieren que comas mierda. Si vendiesen productos alimenticios de verdad, para nada te estarían hablando de calorías, te dirían; come fruta, legumbres, verduras, carne y pescado de verdad.  Los productos reales además de alimentar, sacian, y ese es el anticristo para Matrix.

―Así que, ¿no hay una cantidad de calorías diaria necesaria?

―Para nada.

―Y las tablas de pesos de los bebes, ¿también están mal?

―Tanto o más, que ver a una madre sentada en el parque, dándole de comer con una cuchara, mierda a su hijo.

―¡Dios qué imagen!

―Ya no se conforman que engorden de niños o adolescentes, los quieren cebados desde el cordón umbilical. Claro… ahora la comunidad médica se ha percatado con gran sorpresa que esas tablas… quizás, puedan estar mal. No me jodas. Un niño sano no necesita estar dentro de ningún parámetro de peso y estatura. Esos parámetros solo persiguen una cosa; qué las madres se obsesionen aún más con sobrealimentar a sus hijos. Hoy por hoy, es triste, muy triste decirlo, pero, las madres se dedican a cebar a sus hijos, como si fuesen animales de granja, y lo peor, con mierda. Un panorama dantesco.

―¡Joder!

―Ni joder ni hostias, ¿qué es lo primero que le preguntan a las madres tras el parto?

―¿El sexo?

―Eso la familia. Las demás madres… ¿qué preguntan?

―Ya… el peso.

―Ahí está. Cuanto más pese, se sobreentiende, qué es más sano, más fuerte, mejor vástago. A nadie se le ocurre preguntar la constitución del niño, la movilidad, la salud post parto. No… solo importa, cuánto pesó. Significativo, ¿no crees?

―Normalmente es así.



―¿Dónde?, ¿en África?. No confundas hambre con delgadez. Estar delgado es el estado natural. No hay animales gordos en la naturaleza. La gordura, es una causa de la supuesta disponibilidad ilimitada de alimentos. Digo supuesta, ya que lo que es en realidad ilimitado, es la disponibilidad de mierda. No nos engañemos; no hay alimentos para toda la población mundial. No al menos, con la ingesta diaria ―abro comillas― recomendada de calorías.  Lo que, si hay, es disponibilidad ilimitada de mierda. Esa, la que quieras.

―Entonces, ¿qué podemos hacer?

―Pues muy simple; comer comida de verdad. Una vez te desenganchas de Matrix, te percatas perfectamente de lo que es comida y de lo que es mierda. Es más; el proceso es tan doloroso inicialmente, que te martirizas pensando que antes te tragabas tan contento toda esa…

―Mierda.

―Al principio es difícil, ya que tienes hábitos de ir a buscar comida a los supermercados, y aquí, como bien ves, no hay casi nada.  Tras unos meses, tendrás la sensación de estar intentado comprar alimentos en una ferretería. Lo tienes mucho más fácil en una plaza de abastos, en pequeños comercios de pueblo o, en tiendas especializadas, pero claro, el ser humano siempre busca la línea más recta, es vago por naturaleza, y en esa cualidad la aprovechan muy bien Matrix.

―Así que tengo que pasar de los supermercados.

―Si quieres comer alimentos, igual te apañas, pero si quieres, además, comer buenos alimentos, creo que no te queda otra que acudir a los mercados de abastos de toda la vida. La compra te saldrá mucho más cara, pero la comida, es lo que tiene, cuesta más que la mierda.

―¡Joder!...¿no puedo cambiar de pastilla?

―Por avisar no fue. Te jodes.


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