Ya lo tengo dicho en el blog repetidas veces. Los aparatos electrónicos modernos, casi sin excepción, han sido diseñados por ingenieros que puede que tengan varios masters y su madre los quiera a morir, pero ves el resultado y te reafirmas en eso de que los excesos de la juventud se pagan muy caros, ya no de viejo, sino en edad aún de merecer. Televisores tan tontos que pareciera que no han evolucionado más allá de ocupar menos espacio. Frigoríficos que tras décadas de mejoras, como mucho han logrado no hacerte escarcha y, supuestamente no mezclar los olores (y una mierda). Hornos que tras una eternidad de innovaciones, siguen siendo una puerta con un cristal y cuatro botones con funciones a cada cual más estúpida. Vitrocerámicas que ni un ilustre votante del PP logra encender sin llamar a "la maru". Y si, termos eléctricos que son doble, triple A y no se cuantos "+", pero que en el fondo, o mejor dicho, en el interior, no son más que un bidón, con una resistencia y un termostato, diseñado por un ingeniero, muy titulado y tal, pero visto los resultados, tonto del culo.
Si miras estos termos "tan evolucionados", verás que lo único que tienen es una ruedecita que para mayor jodienda en muchos casos ni siquiera es accesible o de estarlo, el iluminado de turno, no se le ocurrió otro sitio donde ponerla a no ser en la base, Dios lo premie con una hermosa chepa. Ese regulador lo único que varia es la potencia máxima de la resistencia que calienta el agua. Pues bien, debieras saber que a menudo ajustando esa potencia no solo ahorramos mucho consumo, sino, que ahorramos a su vez agua, ya que una cosa es abrir el grifo y acto seguido tener que mezclarla para evitar que se nos chorrusque el mondongo, a, que salga a una temperatura ya terrenal. Doble ahorro; esa agua fría de la mezcla y, la del termo calentándola a nivel infernal.
Pero no va de esto el artículo, va de si poner o no un reloj programador al termo. Pues no sería necesario si ese termostato, diseñado posiblemente por un alemán que de joven sufrió periódicamente de las intoxicaciones etílicas del alcohol de garrafón ibicenco, fuese realmente eficiente e inteligente, pero no lo es, simplemente acciona el termo al llegar a una temperatura mínima y lo desactiva al llegar a otra máxima. Ingeniería de altos vuelos.
A ver, si algún día Apple se le da por meterse en la domótica de lleno, que me da que lo hará y no muy tarde, haría que ese termostato recabase las pautas de consumo diarias, y actuaría en consecuencia, o como mínimo que incorporase el propio termo un programador horario, pero no, mejor vender un bidón con un enchufe, eso si, con una etiqueta bien grande con muchas -As-.
Así que, te lo tienes que hacer tú. Os explicaré cómo he llegado a la conclusión tan taxativa de que es indispensable usar un programador horario y no tenerlo a las buenas de dios regulado por ese termostato la hostia de evolucionado. Pues bien, como me mola la domótica, me hice con varios enchufes inteligentes, es decir, que puedas programar, controlar por Internet, con el móvil, la voz, etc... y si, que también te dan el consumo diario, mensual, etc. En concreto,uso este modelo de la reputada marca Koogeek
Pues bien, lo que hice es tener el calentador sin programador durante un mes, medí el consumo eléctrico usando el enchufe inteligente. Acto seguido, al mes siguiente (lo hice en Junio y Julio, por lo que el desfase de temperatura es mínimo), programé el enchufe inteligente para que actuase solo dos horas (de 6 a 8 de la mañana), en franja de tarifa nocturna y de viernes a domingo, una hora a última hora de la mañana (11 a 12).
Con esta programación en ningún momento nos quedamos sin agua caliente y el consumo fue un 68% inferior. Eso traducido a dineros, en mi caso concreto, 11 euros, frente a 32 euros. Es decir, me ahorro más o menos de media unos 20 euros al mes. Eso fluctuará dependiendo de la época y los hábitos de consumo asociados, pero como mínimo son 200 euros al año de ahorro. Multiplica eso por la vida útil del calentador y te ahorrarás no solo el coste de renovación de éste, sino para darte unas vacaciones con tu familia. Pero tranquilo, si no haces nada, las vacaciones las disfrutará a tu consta algún consejero delegado de una eléctrica.
También descubrí, que entre tener el calentador con la ventana abierta o no, (está en un local destinado a lavadora y demás), el consumo variaba un 20%. Por lo que deduzco que, si te es posible, además de evitar esto (a veces no es posible, ya que hay que ventilar esos locales por motivos obvios), sería recomendable reforzar el aislamiento de estos termos con un recubrimiento aislante.
En cuanto a en que horas poner el programador horario, pues la cosa se reduce a si tienes o no tarifa nocturna, a los hábitos de consumo de la familia, y de ir calculando (afinando) cuantas horas te es necesario tener encendido el calentador para que no notes que te estás quedando sin agua caliente. Una vez detectas que son dos, tres, cuatro horas, pues, el truco está situar esas horas en las franjas horarias más económicas o de no tener discriminación horaria, en horas previas a las que se supone vas a demandar más agua caliente. Luego, evidentemente, deberás a su vez afinar dicha programación horaria a los días de la semana dónde sueles gastar más agua caliente.
Hacer esto sin un aparato que, además de ser un programador de encendidos y apagados, te indique el consumo real (como puede ser el enchufe recomendado, u otro similar), es casi un acto de fe, ya que, lo tendrás que hacer un poco a ojo, y presuponiendo consumos que puede que sean reales o no, por ejemplo, puedes dar por cierto, que teniendo tres horas el calentador encendido, te calentará el agua a tope, cuando si tienes un aparato que te indique el tiempo que ha estado encendido y el consumo, te puedes encontrar que con dos horas era más que suficiente.
Y ya no hablemos de afinarlo fino, es decir, de tenerlo justo las horas necesarias para que nunca notes que te quedas sin agua caliente (salvo un despilfarro puntual), usando un programador de este estilo, que puedes programar muy fácilmente con el móvil, puedes ir reduciendo el intervalo, por ejemplo, a tramos de cinco minutos hasta dar justo con ese umbral optimo. En mi caso, pase de tenerlo encendido 5 horas, (usando un programador sin medidor de consumo que tenía antes) a 2.40 horas de media diaria. Obteniendo el mismo rendimiento, pero, evidentemente, con un consumo sensiblemente inferior.
Lo más doloroso, es que antes ya me creía que lo tenía afinado del todo. Así que, ojo con el efecto multiplicador, ahorrarte media hora puede que te diga poco, pero si multiplicas esa media hora por 365 días, ya te importará más. Un gasto fijo ya de por sí es terrible, pero despilfarrar en un gasto fijo, es de pena de muerte, así que, afina todo lo que puedas, por muy ridículo que te parezca el tiempo/consumo de ahorro en términos diarios.
Lo más doloroso, es que antes ya me creía que lo tenía afinado del todo. Así que, ojo con el efecto multiplicador, ahorrarte media hora puede que te diga poco, pero si multiplicas esa media hora por 365 días, ya te importará más. Un gasto fijo ya de por sí es terrible, pero despilfarrar en un gasto fijo, es de pena de muerte, así que, afina todo lo que puedas, por muy ridículo que te parezca el tiempo/consumo de ahorro en términos diarios.
Lo dicho, no dejes que esos hijos de puta se vayan de vacaciones a tu consta. Vete tú.
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