José Saramago (1922 - 9999 )

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Un tributo a José Saramago
Todos ansiamos ser recordados, ser añorados, mas allá de nuestra descendencia. Quizás dos o tres generaciones. Muy pocos logran trascender de ahí. Al final, se quedan en el olvido, como fantasmas que nadie extraña o siquiera recuerda. Pasadas las tres generaciones en realidad ya es como si nunca hubiésemos existido, ni siquiera para los descendientes. Esa es la muerte en realidad.

Quedarse en la memoria colectiva de las generaciones venideras. Sobrevivir a su tiempo, a sus gentes y a sus miserias, solo está reservado a unos pocos, que sin duda se lo han ganado.

José Saramago no nos ha dejado, se ha quedado para siempre.

Hasta mañana José.



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