Prácticamente todas las especies animales tienen ritos de apareamiento orientados a la supervivencia no del individuo, sino de la manada y por extensión de la especie, es mas, en muchas especies el macho dominante, no solo que queda con la hembra, sino incluso con todas las hembras y descendencia, siendo repudiado el perdedor.
Es decir, el fin último de estos rituales, es garantizar la supervivencia de la especie.
En cambio el ser humano, no tiene como prioridad garantizar la supervivencia de su especie, sino la de si mismo y con suerte la de su familia, y esto lamentablemente nos condenará a la extinción.
Reflexiones.
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