Percibiendo Matrix...

2 comentarios
Ayer viendo Redes (en Docu TVE, en el plus ), se habló sobre el tema de como el cerebro interpreta la información percibida por los sentidos, bien... por lo visto, el cerebro a nivel interno una vez recibida la información desde cualquier sentido, la transforma en un mismo tipo de señal, luego esa información pasa por varias capas del cerebro, una transforma las señales de forma homogénea, otra que rellena huecos, etc... y finalmente interpreta esas señales según unos patrones adquiridos, un ejemplo;


Si ves una nariz, de un rostro, automáticamente sabes que encima hay unos ojos (aún sin verlos) eso obedece a un patrón... si uno nota algo puntiagudo... presupone que es peligroso o dañino... si se escucha un grito, se percibe pánico y uno se pone en alerta... es decir... el cerebro interpreta los datos según unos patrones, unos muy primarios y otros adquiridos con el tiempo y mucho mas elaborados.

De ahí, que la realidad no exista como tal, sólo existen niveles de percepción de la misma y la calidad de esa percepción obedece a la fiabilidad de esos patrones ya existentes en el cerebro... gráficamente se podría explicar así;

Vemos una bicicleta, escuchamos su sonido, percibimos su velocidad, su funcionamiento, etc...; el cerebro recibe todos esos datos y los compara con los patrones almacenados; dos ruedas, no hace ruido de motor, tiene pedales, conclusión es un bici.

Para que se entienda aún mejor... viene a ser algo así como un programa OCR de reconocimiento de caracteres... la realidad es un folio impreso, los sentidos son el interface (un scaner, por ejemplo) y nuestro cerebro el software que reconoce eses caracteres escaneados, en base a patrones... dando finalmente una reconstrucción de esa realidad en una supuesta copia del original que uno puede trastear con el word... pero al igual que cualquier software OCR nuestro cerebro no retorna una copia exacta del original...

Que ocurre si vemos una bici con 5 ruedas sin pedales y con el manillar en el sillín... pues recibimos la información, el cerebro la compara con los patrones... no encuentra correspondencia... y que hace.... rellena los huecos con suposiciones y conclusiones; es una imagen irreal o fantástica, se parece a una bici o una motocicleta pero también a un coche, por lo cual posiblemente sea un vehículo, conclusión; es un vehículo futurista o fantástico.

Otro de las cuestiones de las que se habló ayer en Redes, es en el modelado de la realidad o relleno... es decir... el cerebro recibe datos constantemente... y esa realidad objetiva se transforma casi de forma inmediata en una realidad subjetiva... es decir... se recibe información por los sentidos, se compara con los susodichos patrones y se obtiene una idea subjetiva de los percibido... y lo que es mas importante... se rellena aquellos huecos a los que no encontremos sentido o sean necesarios para dar un sentido coherente a lo percibido... es algo así como;

Escuchamos en la habitación de al lado unos golpes... luego un grito, finalmente un portazo, salimos al pasillo y vemos correr a un hombre; bien... todos esos datos por separado no nos dan mas información que la expuesta... pero nosotros interpretamos; alguien ha golpeado a otra persona que ha gritado, y acto seguido se ha dado a la fuga..., percibimos peligro etc... eso se llama relleno... y da como fruto... una realidad subjetiva, que casi siempre se ve reforzada con la comprobación y verificación...

La conclusión... es esta... la realidad objetiva en sí no existe, solo la que nosotros mismos concluimos y damos como cierta y que nos construimos en el interior de nuestro cerebro, es decir, en sentido formal... la realidad en sí, es una fuente de datos, nuestros sentidos la interface entre esa realidad y finalmente es dentro de nuestro cerebro donde nos cocinamos nuestra realidad, según los mecanismos expuestos anteriormente.

Es decir Matrix es la realidad que intentas percibir y tú no eres ni mas ni menos que un Neo... lo siento... pero... haberte tomado la pastilla azul...

Inzitan blog

Debí elegir la pastilla azul...

Hace siglos, en Delf, ¿recuerdas?, tú vertías la jarra de leche, en casa de Johannes Vermeer, el pintor, el marido de Catharina Bolnes, hija de la señora María Thins, aquella estirada, que tenía un hijo medio loco. Pues ese, ese era yo...

2 comentarios:

  1. Anónimo11:06 a. m.

    ay que me lol...

    te recomiendo el libro on-intelligence

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  2. Anónimo10:18 p. m.

    Me hace pensar en aquello de "el mapa no es el territorio".

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