¿Qué opino de las Criptomonedas cómo inversión?

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ACTUALIZACIÓN (19-05-2021, un día después de publicar el artículo originalmente): YO NO HE TENIDO NADA QUE VER CON ESTO.

 

Tengo que reconocer que en su día estuve tentado en invertir en el Bitcoin. Y no lo hice. Hoy podría haber multiplicado por casi 700 el capital invertido. Y lo más interesante, con una relación rendimiento / riesgo, ridículo (visto el rendimiento).  

 

 

Pero ese tiempo, esa oportunidad, pasó. Y si algo debe aprender un inversor, es a saber cuando el tren ya ha pasado. Algunos dicen que si otras criptomonedas siguen teniendo ese marchamo de un gran retorno con una pequeña inversión. Las hay, pero, también es cierto que el volumen de negociación de hoy día ya nada tiene que ver con el de hace siete u ocho años. Esto qué implica; que la volatilidad es enorme y la revaloración constante menor. 

 

Y dirás tú. A toro pasado todo el mundo es un lince. Cierto. Pero os explicaré el motivo de no invertir en su día. Un motivo que sigue vigente a día de hoy. Las criptomonedas (todas, sin excepción), no dejan de funcionar como cualquier divisa, con la salvedad de que no están controladas por un banco central, que emite papelitos de colores o no, según le venga a cuenta.  

 

El valor de la criptomoneda es quizás más equivalente a comprar oro u otro metal precioso, es decir, actúa más como refugio de valor, aún cuando en realidad, eso es una apreciación muy errónea, dado su gran volatilidad, unido a que, si tomamos como referencia a los valores tradicionales (metales, etc), el comportamiento para nada es equivalente. En fin, lo que interpretan los defensores de las criptomonedas, es que al cambiar los billetes de colores, por un metal, en este caso por criptomonedas, que se espera que se devalué con el tiempo mucho menos que tu divisa local, y encima con la particularidad de que puedes convertirlo en billetes en cualquier parte del mundo (en cualquier divisa), obviando así, que un día tengas en tu poder una moneda cotizada, y al día siguiente, papeles sin valor alguno. 

 

Si además, el cambio no requiere de terceras partes, mercados, etc. Tú tienes una criptomoneda y la puedes usar directamente tú a tú con el que realices el intercambio valor/bien.  No hay comisiones, intereses, retenciones. Ya que todo se realiza entre las partes sin intermediarios. 

 

Bien. Dirás, ostia, pinta muy bien. Pero el gran problema de las criptomonedas y, por extensión de las divisas, es que su valor solo está sustentado por la oferta y demanda. Si ésta desaparece, automáticamente, el valor es cero patatero. En cambio con una acción, salvo que la empresa quiebre, siempre tendrás un valor, por muy residual que sea. Que podrás mantener en cartera con la esperanza de que remonte, etc.  Por no hablar que convertir bitcoins en otra divisa, (aún) requiere de un intermediario (por ejemplo, COINBASE o similares), que no dejan de ser empresas privadas. Si estas cayesen por cualquier circunstancia o, simple  y llanamente no las dejasen operar, tu dinero literalmente estaría recluido en un mundo virtual al que no tendrías acceso. Sería difícil que prohibiesen todas y casa una de ellas, pero cosas más raras he visto.

 

Y lo más determinante para mí. Tú puedes hacer un estudio de los fundamentales del valor; es decir, por así decirlo, hacer una tasación que aproxime lo más posible el valor percibido al precio. Esto te da una seguridad en tu estrategia, que para nada tendrás con un criptomoneda. Donde la relación valor / precio la marca simplemente la demanda.

 

Otra cuestión también determinante, es que por muy peer to peer que sea, los poderes gubernamentales pueden intentar regularla, prohibirla, o incluso perseguirla, si les viene en gana. Por lo que dejaría de tener la gran ventaja de la descentralización. Si encima, no tiene un ejercito que la asista en caso de conflictos bélicos (si, señores, una divisa sin un ejercito que la defienda, le falta una pata) y más, sin una economía concreta que la respalde. Pues qué quieras que os diga, mal asunto. 

 

Si a todo ello añadimos, que lo que la dota de valor "intrínseco", es el minado, que a efectos técnicos es un artificio; una proceso arbitrario y artificial, es decir, minar bitcoins no es más que realizar una cálculo matemático (que se va ajustando con el tiempo, para garantizar que consuma equis ciclos de reloj y por tanto energía eléctrica) y que a su vez comprueba, validad y registra transacciones, un proceso éste, el de registro de las transacciones instantáneo, es decir, el minado a efectos de las transacciones, es algo "innecesario". 

 

Es decir, el sistema se sustenta en que minar consuma energía, y éste consumo de energía,  a su vez, dote de valor al minado y por tanto, cobre más o menos el minero en función de la potencia del equipo.  Cómo esto se les está yendo de la manos, ya que inevitablemente, se consumen grandes cantidades de energía, se están explorando otros sistemas, como basarlo en capacidad de almacenamiento, en vez de en potencia de cálculo, pero esto solo desvía el problema del consumo energético hacía la escasez de discos duros. 

 

La idea cuando se diseño el Sistema es que el valor de la moneda circulante, no estuviese sujeta a emisión (cómo hacen los Bancos), fijando una cantidad determinada de bitcoins. Es decir, siempre hay la misma cantidad de bitcoins disponibles, al ser finita, inevitablemente cada vez que se mine (y por tanto se pague al minero contra la cantidad disponible) quedarán menos, lo que hace que cada vez se requieran equipos más potentes para obtener la misma "recompensa", si encima, cada vez hay más mineros peleando por la misma cantidad.... se entra en un sistema de subasta, que prima quien hace antes una operación aritmética, para darle la transacción. O lo que es lo mismo, quien tiene el equipo más potente, y por tanto que consume más energía. 

 

Un sistema muy inteligente, pero a su vez perverso y lo más determinante, insostenible tal y como está concebido en la actualidad. Ya no pensemos si las criptomonedas saltan al gran público. En fin, que no hay que ser muy espabilado para percatarse de que, o esto le dan un "retoque" o tiene un recorrido cada vez más escaso. Otros dicen que no, qué cuando el consumo energético no compense, habrá menos mineros, lo que hará que el sistema de subasta/recompensa requiera menos consumo energético y el sistema se estabilice a afectos de requerimientos de minado. Yo no estoy tan seguro.

 

En cualquier caso es una herramienta "espléndida" para la movilidad y conversión de capitales de toda índole, "muy líquida". O dicho de otra manera. El dorado para los delincuentes, las mafias, o simplemente para sacar tu capital de corralitos, de países de chichinavo, etc. Ya no necesitan evadir divisas, no... compran unos cuantos bitcoins, y allá dónde quieran y cuando quieran, los convierten en la divisa local.  O simplemente usan el monedero a modo de caja fuerte acorazada... sin siquiera pisar Suiza. 


En fin, que nadie tome este artículo como un ataque a las criptomonedas, qué como idea es espléndida, es más, permitirá a muchos residentes en países emergentes, soslayar las inflaciones galopantes, y por tanto, dejar de ser rehén del telepredicador de turno. Es más, veo mucho más lógico invertir en una criptomoneda que no, en una divisa tradicional. Pero lo que ya no tengo tan seguro, es si, es más conveniente recoger un papel de la Bolsa que dice que tienes una participación en Apple, o tener bitcoins en una billetera electrónica sujeta a una volatilidad qué te hará preguntar cada mañana al levantarte qué saldo tienes. Al menos, el IPC se vé venir... y está sujeto a la economía local de tú moneda. El Bitcoin, visto lo visto, a si el "Elon Musk" de turno está gracioso o no ese día. 

 

No sé, igual es que ya estoy muy viejo para estas mierdas.



 Off-topic: Quizás te interese; si inviertes en Bolsa o estás pensando hacerlo, échale un vistazo a este Excel que he desarrollado.
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2 comentarios:

  1. la esperanza de muchos que, en un par de años veamos surgir una moneda más estable, y con mayor aceptación por parte de los bancos centrales, que reemplace al bitcoin, dejando en la obsolescencia absoluta al papel moneda y, atreviéndonos a soñar, a las monedas emitidas por bancos centrales.

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  2. Lo que está claro es que de las monedas digitales, el Bitcoin es la que menos futuro le veo, más bien por limitaciones técnicas. En cambio el ETH sí que le veo futuro

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