Cómo ampliar garantía devolución en Amazon

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Bien, hoy haré de Quevedo y os contaré unas cuantas técnicas para lograr que Amazon, o mejor dicho, los proveedores de artículos que venden en Amazon, te cambien un producto o te reembolsen el dinero. 

Dirás tú, va, eso ya lo hacen sin problema alguno. Claro que si, es precisamente esa virtud, lo que ha convertido a Amazon en lo que es. Qué ocurre, que todo producto tiene un periodo de gracia (léase garantía) y, Amazon de un tiempo para acá, solo permite devoluciones en un rango de uno a tres meses, dependiendo del artículo. Pero qué ocurre cuando transcurre ese plazo; pues que o bien te las apañas con el distribuidor, ejecutando la garantía, si es que la tiene o simplemente, te lo comes con patatas. 

Pero hay unos sistemas «quevedianos», para lograr casi garantía ilimitada de un producto. Eso si, dependiendo de si eres un buen cliente o no, tendrán mayor o menor éxito:

El sistema «tamagotchi»; que consiste en comprar un artículo, y unos días antes del vencimiento del plazo de devolución (eso se ve en el apartado de Pedidos); devolverlo y pedir que te lo sustituyan por otro, manteniendo así la garantía viva. Evidentemente deberás argumentar un motivo, ahí cada cual y su imaginación. Evidentemente, este sistema en teoría debería permitirte alargar la garantía bastante.

El sistema «dónde está la bola»: que es una variante mucho más elegante y desatendida que la anterior. Básicamente consiste en qué, cuando un artículo que has comprado se casque y ya no sea posible la devolución, pues nada, lo vuelves a comprar, esperas unos días y lo devuelves. Pero cuando digo devolver, es el anterior artículo, el cascado. Evidentemente le pones como motivo; está defectuoso. Luego vas a misa, rezas doce avemarias y Dios en su inmensa misericordia te absolverá.

Hay la variante de «un poco de mucho, es mejor que un mucho de nada»: qué ocurre si el artículo al romperse o lo que sea, es irrecuperable, es decir, que no tienes que devolver, pues nada, pides igualmente la devolución, coges la caja de embalaje, le pegas las etiquetas y listo. Va sin nada dentro (o con los desechos), pero, si el producto no es excesivamente caro, posiblemente te devuelvan el dinero igualmente, de echo, si te fijas, el proceso de reintegro se activa tras cursar la recogida la compañía de transporte que te manden a recogerlo. Créeme, el fabricante rara vez reclamará el producto defectuoso a los almacenes de Amazon, ya que, le cuesta más la expedición a sus almacenes que mandarte otro, es una cuestión de costes, vamos, de primero de contabilidad analítica; los costes de supervisión nunca pueden ser superiores a las pérdidas de la no supervisión.

El sistema «demuéstralo»: ya muy explotado por el personal, pero siempre hay algún despistado que aún no lo conoce; muchos de los envíos que hace Amazon, en realidad más que Amazon, son envíos expedidos directamente desde los almacenes del fabricante, son lanzados por compañías estilo Correos o ciertas agencias de transporte, qué por temas de abaratamiento de envío, no acusan recibo de recepción, es decir, qué a la entrega nadie te pide firma de entrega. En realidad están expedidos como si se tratase de una carta/paquete ordinario, sin más.  

En ese caso, como el expedidor no tiene ningún acuse de que has recibido el producto, simplemente pones una disputa en Amazon, indicando que no lo has recibido y te reenvían el producto, o el dinero, lo que prefieras. Evidentemente, este sistema es un robo, y yo, sinceramente no lo aconsejo. Una cosa es una treta para cambiar un producto que ha salido defectuoso y ya no te lo recogen, y otra, quedarte con él por la cara. Para eso, hazte beta tester de productos de Amazon y tienes un porrón de artículos gratis, y duermes con la conciencia tranquila. 

P.D: El libro, también está muy bien :-)))

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