Qué el tiempo es como Hacienda, inexorable, es una de esas verdades universales. Analizando las métricas del blog, es curioso ver como antiguos navegadores, sistemas operativos poco a poco van cumpliendo una tendencia imparable. La conclusión que se puede extraer de estas gráficas, es qué, lo ubicuo es la dirección a seguir, qué la lucha entre navegadores la gana claramente el que potencia la oferta de servicios colaterales más allá de ser un mero punto de búsqueda. Hoy día ya se puede decir que eso que llamamos Internet está maduro, en el que ya no tiene sentido tener un buscador, de facto, ya apenas se utilizan más allá de servir para entrar en servicios web, a menudo propios (gMail, banca electrónica, Facebook, etc...).
Si vas a comprar algo y lo quieres pero ya, vas a Amazon, qué lo quieres barato y no te importa esperar, vas a AliExpress, qué quieres algo chinorro, pero de razonable calidad, vas a GearBest, qué quieres una chupa, vas a Pepe Jeans a Zara o a su puta madre. Es decir, ya todo el mundo sabe donde ir (qué no buscar), el mercado está depurado, y es así, cuando los marcadores en los navegadores, por fin, se han convertido en el equivalente al icono de aplicación de escritorio. En qué se queda un navegador, pues en un mero engine web, donde arrancar aplicaciones, así de simple. Google ya está moviendo ficha, la cuestión es saber si lograrán soslayar el jaque mate. El jaque ya lo tiene.
Qué quieres buscar algo, pues si, lo buscas, pero el negocio de monetizar esas búsquedas poco a poco lo van ganando las plataformas sociales, los portales de nicho o especializados, donde si bien es cierto que Google sigue llevándose la gran tajada gracias a su Adsense y demás, también lo es, que poco a poco Facebook, Amazon, eBay, etc, le están minando el terreno bajo sus pies, y esta es una tendencia bien clara.
Si vas directo a un portal, el único hueco que tiene Google para monetizar es la incrustación de publicidad en casa de otros. En la actualidad es evidente que monopoliza el mercado, pero ese negocio en realidad no lo controla, en el momento que un portal decide impedir esa publicidad y poner la propia (Amazon, Facebook, sirvan de ejemplos), sólo le queda la baza de pagar más por clic, y en eso, estará siempre muy por detrás de los portales especializados, ya que, evidentemente un clic, por ejemplo, en Amazon, siempre tendrá un índice de conversión mucho más elevado que uno de Google (por eso se remunera muchísimo más por él). Esa es la tendencia, y éstas, cuando cogen fuerza, son imparables.
Otra cuestión interesante es el tráfico de periféricos iOS/Mac, proporcionalmente muy superior a los del mundo Android/PC, aún cuando la gráfica a ocho años diga todo lo contrario, pero cuanto más la acortes, más marcada es la tendencia. El motivo viene por algo bien claro, lo que dota de valor y utilidad superior a cualquier hardware, ya ha dejado de ser la Ley de Moore, es decir, es más que evidente que la potencia de proceso está sobre dimensionada, y así como antes el cuello de botella en los equipos de sobremesa, era el rendimiento de los discos duros, ahora lo es, la capacidad/coste de las redes de datos. En este panorama, es el software lo que marca la diferencia, tanto a nivel de sistema operativo, como de app, y en eso, Apple ha hecho muy bien las cosas. Cuando todo el mundo se volvía loco por meter más y más memoria ram, más y más mhz, más y más megapixeles, más y más de todo, ellos simple y llanamente, desarrollaron software que corría perfectamente en arquitecturas ad hoc, muy medidas.
Así mismo, de las estadísticas de dispositivos que acceden al blog, se desprende que aquello de «la nube» que se decía hace apenas diez años, y que muchos se creían que era (simplemente) subir datos, a dios sabe dónde, para luego, poder descargarlos/compartirlos desde distintos ordenadores, en realidad ha desencadenado en la «ubicuidad», en la «Internet de las cosas», en las «aplicaciones web» e inevitablemente en el declive inexorable del PC.
«La nube», en realidad ha sido la tijera, que ha cortado el cordón umbilical que nos unía a un equipo anclado a un espacio físico concreto, ligado a unos datos y programas hospedados en él. Eso ha significado en realidad «la nube», ha propiciado la muerte del PC, ya que no tiene sentido tenerlo, si aplicaciones y datos están accesibles desde cualquier sitio y en casi cualquier dispositivo. Eso de "es que no estoy en la Oficina", o "Espera que llegue", o en el lado negativo, "estoy de vacaciones", resultan, poco más, que frases caducas, o en todo caso, que denotan que estás hablando con una persona superada por los tiempos que le toca vivir.
No obstante, con relación a la explosión definitiva de la nube, aún tiene un freno considerable, ya que, repito, el gran cuello de botella hoy día es la capacidad de las redes de datos, y el que no existan tarifas ilimitadas para datos itinerantes, en ese cordón umbilical cortado, aún queda esa hebra, que impide la ubicuidad total. El día que se equiparen las tarifas para móvil, con las de ADSL/Fibra, es decir, que sean ilimitadas y con buen caudal, ese día, el PC habrá muerto, quedando relejado a tareas muy concretas, prácticamente extinto en los hogares y, muy inferior en el mundo empresarial, y por fin, el «Internet de las cosas» será factible y, eso amig@s, si que será para sentarse en un sillón con palomitas y ver a dónde nos lleva...
Curioso también el consumo por países y demás, dónde se ve claramente la correlación entre la pujanza económica y el consumo de datos. Países como México, Chile o incluso la misma Rusia que hace apenas diez años tenían repercusión, ahora despuntan claramente. Dirás dónde está China, mejor no preguntes, que el día que les levanten el cortafuegos se viene Internet abajo.
Y eso es lo que puedo extraer de las estadísticas del blog, que los Dioses, por más que se crean inmortales, también tienen edad e incluso, mueren.
Si vas a comprar algo y lo quieres pero ya, vas a Amazon, qué lo quieres barato y no te importa esperar, vas a AliExpress, qué quieres algo chinorro, pero de razonable calidad, vas a GearBest, qué quieres una chupa, vas a Pepe Jeans a Zara o a su puta madre. Es decir, ya todo el mundo sabe donde ir (qué no buscar), el mercado está depurado, y es así, cuando los marcadores en los navegadores, por fin, se han convertido en el equivalente al icono de aplicación de escritorio. En qué se queda un navegador, pues en un mero engine web, donde arrancar aplicaciones, así de simple. Google ya está moviendo ficha, la cuestión es saber si lograrán soslayar el jaque mate. El jaque ya lo tiene.
Qué quieres buscar algo, pues si, lo buscas, pero el negocio de monetizar esas búsquedas poco a poco lo van ganando las plataformas sociales, los portales de nicho o especializados, donde si bien es cierto que Google sigue llevándose la gran tajada gracias a su Adsense y demás, también lo es, que poco a poco Facebook, Amazon, eBay, etc, le están minando el terreno bajo sus pies, y esta es una tendencia bien clara.
Si vas directo a un portal, el único hueco que tiene Google para monetizar es la incrustación de publicidad en casa de otros. En la actualidad es evidente que monopoliza el mercado, pero ese negocio en realidad no lo controla, en el momento que un portal decide impedir esa publicidad y poner la propia (Amazon, Facebook, sirvan de ejemplos), sólo le queda la baza de pagar más por clic, y en eso, estará siempre muy por detrás de los portales especializados, ya que, evidentemente un clic, por ejemplo, en Amazon, siempre tendrá un índice de conversión mucho más elevado que uno de Google (por eso se remunera muchísimo más por él). Esa es la tendencia, y éstas, cuando cogen fuerza, son imparables.
Otra cuestión interesante es el tráfico de periféricos iOS/Mac, proporcionalmente muy superior a los del mundo Android/PC, aún cuando la gráfica a ocho años diga todo lo contrario, pero cuanto más la acortes, más marcada es la tendencia. El motivo viene por algo bien claro, lo que dota de valor y utilidad superior a cualquier hardware, ya ha dejado de ser la Ley de Moore, es decir, es más que evidente que la potencia de proceso está sobre dimensionada, y así como antes el cuello de botella en los equipos de sobremesa, era el rendimiento de los discos duros, ahora lo es, la capacidad/coste de las redes de datos. En este panorama, es el software lo que marca la diferencia, tanto a nivel de sistema operativo, como de app, y en eso, Apple ha hecho muy bien las cosas. Cuando todo el mundo se volvía loco por meter más y más memoria ram, más y más mhz, más y más megapixeles, más y más de todo, ellos simple y llanamente, desarrollaron software que corría perfectamente en arquitecturas ad hoc, muy medidas.
Así mismo, de las estadísticas de dispositivos que acceden al blog, se desprende que aquello de «la nube» que se decía hace apenas diez años, y que muchos se creían que era (simplemente) subir datos, a dios sabe dónde, para luego, poder descargarlos/compartirlos desde distintos ordenadores, en realidad ha desencadenado en la «ubicuidad», en la «Internet de las cosas», en las «aplicaciones web» e inevitablemente en el declive inexorable del PC.
«La nube», en realidad ha sido la tijera, que ha cortado el cordón umbilical que nos unía a un equipo anclado a un espacio físico concreto, ligado a unos datos y programas hospedados en él. Eso ha significado en realidad «la nube», ha propiciado la muerte del PC, ya que no tiene sentido tenerlo, si aplicaciones y datos están accesibles desde cualquier sitio y en casi cualquier dispositivo. Eso de "es que no estoy en la Oficina", o "Espera que llegue", o en el lado negativo, "estoy de vacaciones", resultan, poco más, que frases caducas, o en todo caso, que denotan que estás hablando con una persona superada por los tiempos que le toca vivir.
No obstante, con relación a la explosión definitiva de la nube, aún tiene un freno considerable, ya que, repito, el gran cuello de botella hoy día es la capacidad de las redes de datos, y el que no existan tarifas ilimitadas para datos itinerantes, en ese cordón umbilical cortado, aún queda esa hebra, que impide la ubicuidad total. El día que se equiparen las tarifas para móvil, con las de ADSL/Fibra, es decir, que sean ilimitadas y con buen caudal, ese día, el PC habrá muerto, quedando relejado a tareas muy concretas, prácticamente extinto en los hogares y, muy inferior en el mundo empresarial, y por fin, el «Internet de las cosas» será factible y, eso amig@s, si que será para sentarse en un sillón con palomitas y ver a dónde nos lleva...
Curioso también el consumo por países y demás, dónde se ve claramente la correlación entre la pujanza económica y el consumo de datos. Países como México, Chile o incluso la misma Rusia que hace apenas diez años tenían repercusión, ahora despuntan claramente. Dirás dónde está China, mejor no preguntes, que el día que les levanten el cortafuegos se viene Internet abajo.
Y eso es lo que puedo extraer de las estadísticas del blog, que los Dioses, por más que se crean inmortales, también tienen edad e incluso, mueren.
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