D. Ramón del Nido

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Este pasado sabado, de forma inesperada, como todo lo malo, me dicen que un buen amigo de mi familia había muerto, en fin... ya hacía como dos años que no lo veía y ahora supongo que nunca mas lo volveré a ver (soy ateo, que le vamos hacer...), a no ser en mis recuerdos, escasos por las pocas ocasiones en que coincidimos, pero en cualquier caso entrañables y sin duda decisivos en mi vida.

Si bien es cierto, que hay personas que cuando se cruzan en tu vida te la joden por completo, tambien lo es, que otras te la cambian a mejor, Dón Ramón, era de estas últimas, así que pocas veces ví un párraco tenerlo tan fácil a la hora de hablar en un funeral; coherencia, simpleza, constancia... atronaban en la capilla, de forma incuestionable y contundente, y no ajeno o manifiestamente exagerado, como ocurre casi siempre.

Un día le oí decir a José Saramago, que la vida en sí, es un milagro, ya que, salvando una sola vida, se salvan muchas mas, y eso es ya de por sí milagroso.

El mejor testamento que puede uno dejar, es que lo que uno haga sea transcendente, sin duda la vide de D. Ramón lo fué y como decía Saramago, los milagros no por ser cotidianos dejan de serlo.

D. Ramón del Nido, descanse en paz.
02-02-2007.

Inzitan blog

Debí elegir la pastilla azul...

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